Cuando se trataba de ayudar a Marruecos en el terremoto que sufrió en 2023, la señora Robles lo dispuso todo en horas para que salieran los militares al instante hacia el país invasor vecino. Las ayudas las aprobaron con celeridad y de un modo directo para los damnificados marroquíes, o para la cartera del Rey de Marruecos, eso ya no se sabe, pero nuestro dinero fue regalado ipso facto. Sin embargo, para mandar militares a ayudar a Valencia a costado sudores y lágrimas, una legión de ciudadanos voluntarios ayudando para vergüenza del Gobierno y mucho dolor de las víctimas de las inundaciones en la zona. Aún así la ayuda no llegaba y la ministra de defensa, con minúscula porque no se merece otra cosa, se le ocurre decir que los militares no están para eso, que tienen sus propias funciones que son disuasorias, ¿está diciendo que nuestros militares solo están ahí como un parche, para figurar, para amedrentar a los que decidieran atacarnos, pero que no son activos?. pues bien rápido que los mandaste a ayudar a los marroquíes en el terremoto, ¿Son mejores los de aquel país que los propios españoles? ¿Se merecen más que les ayuden y los salven los marroquíes que los españoles?
Ahora, este Gobierno, se ha vuelto a sacar otro As de la manga, se las ha compuesto para vincular las ayudas a las víctimas de las riadas de Valencia con los mismos presupuestos generales del Estado, o sea, que ha movido la pelotita de papel bajo los vasitos para quedarse con el pueblo y perpetuarse en el poder otros tres años más. Ha ideado la forma de obligar al resto de partidos a que aprueben los presupuestos que les posibilita gobernar otros tres años, si quieren que se destine los millones que sean a los damnificados de Valencia. Esto es lo que hicieron con todos los españoles cuando nos permitieron votar la Constitución, pero con la Casa Real dentro, no haciendo dos referéndums diferentes, uno por si queríamos la Constitución, otro por si queríamos Monarquía. Ya lo dijo a micrófono entreabierto el propio Adolfo Suarez, que de haberse hecho por separado, ellos tenían información de una encuesta por la que sabían que la Monarquía no saldría adelante. Siempre vienen con trucos y engaños, nos obligan y manipulan las votaciones, la forma de hacerla, y cuando los resultados no les parecen oportunos, manipulan los algoritmos para que las cifras finales sean las que ellos quieren, aunque sea de un modo tan burdo como el conseguido en las últimas elecciones, en las que media España había votado al partido de Puigdemont, ¿Dónde se ha visto tal disparate, tal chaladura?, pero así quedó y lo dieron por bueno, sin que ningún partido político metiera el cuchillo, sajara e investigara qué había sucedido para que se hubiera presentado a la vista de todos los españoles tal anormalidad.
¿A como da mucho asco el Gobierno actual y el resto de los políticos?, pues los que vengan es probable que los hagan buenos, pues el nivel de la clase política es el que es, todos prefirieron coger el fin de semana, o puente, el miércoles por motivos de las víctimas de las riadas se anula el Pleno de control al Gobierno, pero ninguno ha acudido y se le ha visto achicando agua, pala en mano, o cepillo y empujando el lodo hacia afuera de las viviendas o a lo largo de las calles. Bueno, sí se ha visto un instante a Abascal, en vaqueros y una sudadera azul por arriba, impoluta, sin una gota de barro, por lo menos lo que he podido ver. Los demás, como ya adelantaba una Diputada, no están para achicar agua, sino para llevárselo calentito en cuanto las circunstancias sean propicias y al pueblo se le distraiga con algún motivo. Esto de la política cada día es más denigrante y vergonzante, cada día hay más corrupción y un deseo manifiesto de los políticos de aprovechar su legislatura para salir de la política con las manos manchadas y los bolsillos más llenos, pero no de barro. Deben dimitir casi todos, pero siempre será voluntad de ellos y no de los que le pagamos, que aunque nos mencionan en La Constitución, como ser los custodios del poder, porque dicen que emana del pueblo, y que somos los soberanos, la realidad es que no tenemos mecanismos directos para echar a nuestros empleados, a los que les pagamos sus abultados salarios, sus privilegios y mamandurrias, así como todo el dinero que tienen a bien robarnos.
Seguiremos...
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