Hoy os quiero
dar a conocer una técnica de la que estuve leyendo y viendo algunos videos en
youtube, que parece nos puede proporcionar salud física y mental. Es fácil de
practicar y totalmente gratuita, además todos podemos realizarla vivamos donde vivamos.
Si buscáis información en Internet, buscad por la palabra “Sungazing”, y
sorprenderos de cuan sencilla es, y de la cantidad de beneficios que nos puede
reportar.
Os cuento de
una forma breve y muy por encima, pero no por ello no vais a ser capaces de
iniciaros con lo que os relato. Se trata de observar la luz del sol en las
horas en las que casi no hay rayos ultravioletas, que se corresponden con la
primera hora tras la salida del sol, o la hora anterior a que se oculte, o sea,
su puesta u ocaso, tú eliges el mejor momento del día para ti. Dicen los
maestros de esta técnica que se debe acostumbrar al ojo a mirar al sol
haciéndolo de un modo progresivo, empezamos con diez segundos bien en la salida
del sol o bien en la puesta del sol, y cada día aumentamos diez segundo. Se
trata de llegar a los 270 días, que para entonces podremos estar cuarenta y
cinco minutos contemplando la luz del sol. A partir de ese momento solo se
tendrá que practicar quince minutos diarios para poder mantener los efectos en
nuestro cuerpo. Como veis es bien sencillo, es como una meditación con los ojos
abiertos frente al sol, mientras la luz entra en nosotros. Solo debemos pensar
cuando hagamos la práctica, que la luz se dirige hacia las zonas de nuestro
organismo que necesiten sanar.
El maestro que
he visto en los videos indicaba que el sol es la fuente de la vida para las
plantas y los animales, ayudándoles a desarrollarse y realizar sus funciones
vitales; por tanto, hace lo mismo en nosotros. Decía que la acumulación de
energía en nosotros llegaba a cada célula ayudando a sanar de cualquier
enfermedad que se padezca. Evidentemente, esto no sucede como por arte de magia
en cuanto uno mire el sol dos días, sino a diario, con constancia y siguiendo
las pautas de tiempo establecidas por él, para evitar daños oculares. Cuando
nos alimentamos ingerimos alimentos para proporcionar energía al cuerpo, pues mirar
al sol hace algo similar, nos proporciona luz, fotones que entran en nosotros a
través de los ojos y nos nutre.
Hay técnicas ancestrales de las que tenemos un
desconocimiento total en la civilización moderna, pero hay personas como el
maestro Hira Ratan Manek, que rescataron hace muchos años algunas técnicas,
como esta de mirar el sol y lleva practicándola más de treinta años, conociendo,
perfectamente, sus resultados y efectos sobre nuestro organismo. Ahora él se
dedica a difundirla desinteresadamente, y pide a cualquiera que llegue a saber
de ella que haga lo mismo. Es por ello, que aprovecho esta pequeña puerta para
compartir con vosotros algo, que entiendo es natural y nos puede aportar mucho
bienestar.
Si usas gafas
habitualmente, debes quitarlas para hacer la práctica, no importa que no
llegues a ver el sol con nitidez, solo importa que percibas su luz. Recomienda
permanecer mirando el sol de pie, con la espalda recta y si puedes permitirte
descalzate sobre la tierra, puedes conseguir mejores beneficios. Otras
recomendaciones que hacía para completar esta ingesta de energía solar es verter
agua en un recipiente de cristal, que no se tape con nada de plástico sino de cerámica,
un plato por ejemplo, y se deje durante el día que le esté llegando los rayos
del sol cuantas más horas mejor. Se deja que tome la temperatura ambiente y ya
se puede beber. Solo consumir este agua durante veinticuatro horas, o sea que
se debe irradiar durante el día y consumir en las veinticuatro horas
siguientes. Por tanto, habría que hacer el procedimiento cada día.
Bien, pues ahí
lleváis mi granito de arena. Yo ya he comenzado a practicar. Os recomiendo que
llevéis vuestro móvil, pues el cronómetro, al menos el del mi Samsung tiene
cuenta atrás con alarma al finalizar, lo cual me facilita mucho respetar los
tiempos de la práctica. ¡Ah!, en internet podéis buscar información de las
horas de salida y ocaso del sol en vuestra población. ¡Feliz día!
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