ALGUNOS SON MUY SALVAJES

Estamos pero que muy salvajes, debido a lo cual nos estamos enterando de las crueles celebraciones que acontecen por toda la geografía española. Creo que estamos en unos tiempos en los que hay mayor sensibilidad hacia los animales, porque hay una buena parte de la población que ha tomado conciencia y en sus vidas y en sus sentimientos tienen cabidas otros seres vivos semejantes y animales, la naturaleza, etc. Hace media hora estando en casa, escucho unos ruidos que procedían de la trasera de las parcelas que dan a una vereda real; salgo por la puerta trasera de mi parcela y voy buscando el origen del sonido, eran dos personas que descargaban algo para dejarlo tirado en la vereda. Alzo la voz y les digo: “Con personas como ustedes el mundo es peor, ¡no va a estar peor si arrojan escombros en cualquier lugar! ¿No saben que hay puntos limpios, que son gratuitos y pueden verter allí lo que están dejando ahí?” Uno de ellos no habló, el más joven, pero el mayor me hizo un “Rajoy”: “no lo sabía, ¿dónde queda el punto limpio?” Por la situación, le dije el más cercano, en Polígono Calonge, en la SE-30 tiene uno, el más próximo y está abierto de lunes a sábado, hasta las 21h. Responde: pero son maderas y esto lo coge cualquiera para quemarlas… (Agosto y cuarenta grados que hacen), y añade: tenemos dos viajes más, ahora vamos al punto limpio ese. Encima no escuchan, otro problema muy común, así que le repetí: De lunes a sábado, incluido el sábado, hasta las 21h.

Eso ha sido una anécdota, en seguida abro el email y hay varias peticiones de firmas que tienen relación con el maltrato animal, y es cuando me afirmo en que hay gente muy bestia, muy salvaje, vamos, troglodita, que vive entre nosotros y con nosotros.

El lanzamiento de la pava desde el campanario en la fiesta de San Blas en la localidad jiennense de Cazalilla.

El toro de la Vega de Tordesillas (Valladolid), al que se la lancea hasta asesinarle.

El toro júbilo de Medinaceli (Soria), al que se ata fuertemente a un poste y se le pone en los cuernos un artilugio que se prende fuego. Así el animal se quema mientras los energúmenos se divierten y al final le matan.

Corridas de gansos en Carpio del Tajo (Toledo), en las que los jinetes deben arrancar las cabezas a unos gansos que penden boca abajo, amarrados por sus patas de unas cuerdas.

Despeñando ratas en El Puig (Valencia).

Tirando toros al mar en Denia (Alicante), en la fiesta “Bous a la mar”.

Competición de bueyes tirando de pesadas piedras en Erandio (Vizcaya) y en Cabezón de la Sal (Cantabria).

Carruseles de ponis en muchos Ayuntamientos a lo largo de toda la geografía, animales que no se pueden mover del sitio, que se llevan todo el día atados en la atracción sin los cuidados ni el descanso, necesarios.

Hay muchas fiestas en las que el motivo central o, uno de ellos, es la diversión de la gente de la localidad haciendo daño a animales, dando golpes, pegando con palos y patadas, asustando, acosándoles, atándoles, no respetándoles y asesinándoles. Esto en pleno siglo XXI es una locura o una degeneración humana, no se debe consentir que siga sucediendo, porque una sociedad que necesita para sentirse bien hacer daño a animales inocentes, es una sociedad profundamente enferma. Y cuando hablo de estas cosas no me olvido de los millones de animales asesinados salvajemente, cruelmente, en los mataderos, en los centros de sacrificios masivos, en lo que podemos llamar el holocausto de los que no saben hablar nuestro idioma, de lo contrario nos íbamos a enterar de lo que piensan de nosotros. Les tenemos unos meses o unos años, pocos desde luego, y engordándolos todo cuanto podamos, porque lo que interesa es la pela, la pasta, el dinero, cuanto más mejor para algunos, aunque pongan en riesgo la vida de las personas de tanta sustancia química que le hacen ingerir a los animales. Su afán es obtener el máximo peso en el menor tiempo posible, así obtienen el mayor beneficio. Los animales, digo, se creerán que les están cuidando aunque estén un poco hacinados, pero no tardará el día de la gran traición… te llevan a sacrificar porque las personas no quieren estudiar una alimentación más sana y equilibrada sin tener que quitar la vida a otros seres vivos.