He visto algunos videos de
personas que dan testimonio de no estar comiendo desde hace un tiempo
considerable, ¿te imaginas? Yo sí me lo imagino y sería una pasada, saber que
tu cuerpo solo de la luz o de tu respiración recoge la energía que necesita para
vivir, sin tener que preocuparte más por la comida, por lo que vas a cocinar,
por los alimentos que tienes que comprar, o si este o aquel tienen sustancias
nocivas añadidas. A mí me parece genial, nunca mejor dicho, porque esto ha de
corresponderse con la parte mágica de esta existencia.
Comprendo que esto cueste creerlo
a muchas personas que se encuentren más distantes de ese mundo mágico de
energías en el que todos vivimos aunque no seamos conscientes de él. A mí no me
cuesta tanto creerlo y además me encantaría llegar a vivir así, sería uno de
los grandes premios dado como pienso y como siento. Creo que me conduciría a un
estado más elevado de pureza y de trascendencia del deleite material que muchas
veces produce saborear ciertos alimentos. Sé que muchos se pierden ahí en ese
placer, por eso le llaman el placer de comer, sentarse a la mesa y que desfilen
por delante sabrosos manjares de diversos sabores. Yo estoy dispuesto a dejar
eso atrás, prefiero no tener la preocupación de tener que comer.
Adiós compras, adiós cocinar,
adiós tiempo empleado en esas tareas, más tiempo para desarrollar otras funciones
o aficiones. No digan que no es ideal, que no es bueno. Adiós a las digestiones
pesadas, a los males del aparato digestivo, a tener que ir al baño, al
estreñimiento o al ir demasiadas veces, todo está bien, para mí lo está.
Algunas de esas personas lo justifican como parte de un proceso en el que ha
habido un entrenamiento, otras dicen que les ha llegado un don divino. Algunas
dicen estar así, sin alimentarse, desde hace años. Algunas de esas personas se
han dejado hacer pruebas por la NASA incluso, encerrados bajo vigilancia de
personas y cámaras grabando por espacio superior a un año, y la NASA ha
certificado que esa persona ha estado 411 días bajo vigilancia sin recibir y
sin haber ingerido ni alimentos ni líquidos.
Todo esto descuadra con nuestra
educación, con lo que consideramos normal para vivir, y lo entiendo, pero la
magia de la vida es así, a veces muestra cosas que no se pueden aprehender con
la mente. Todos hemos tenido algunas experiencias que trascienden la lógica
esta con la que marchamos a diario. La vida no es solo lo que vemos físicamente
o podemos explicar mediante razonamientos comunes de la mente. Hay muchas otras
cosas que, sencillamente, se dan, se presentan, se ponen delante de alguien sin
que haya principios sensatos o juiciosos que lo expliquen.
La vida nos puede estar
reservando grandes sorpresas a todos, y lo primero que debemos hacer es
encontrarnos en la mejor posición de apertura para recibirlos y percibirlos. ¡Que
la magia de la vida sea con todos nosotros!
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