Tras la tempestad siempre llega
la calma, y así es, las fieras duermen y el silencio impera. ¡Qué maravilloso
es el silencio! En el silencio la sensación de tranquilidad es absoluta, es el
estado natural del ser, al menos para mí lo es. El silencio es un espacio para
la creatividad, para sentirse y para reflexionar. Para alcanzar grandes logros
en la vida, para vivir las más extraordinarias experiencias místicas y para
sentirse, realmente, vivo/a.
Este año 2017 es una nueva prueba,
serán nuevas decisiones que tendremos que tomar, y de ellas dependerá el rumbo
de nuestras vidas, por lo que mejor será tener la mente lo más calmada posible.
Así, al preguntarnos a nosotros mismos sobre las determinaciones a tomar,
podremos escuchar mejor las respuestas que broten de nuestro interior. En este
2017 no te conformes como en años anteriores con desear, ya deseaste cada uno
de los principios de los años anteriores; este nuevo año se va a materializar
lo que pretendes, y lo que quieres que se materialice solo se hará realidad si
te enfocas en ello, si pones tu energía en ello, y si previamente ya viste que
eso es lo que deseas con todas tus fuerzas y sin duda alguna. En el instante en
que puedas dudar mentalmente de su realización, se pierde la posibilidad de que
llegue a ti. Es puro convencimiento de que quiero esto, siento que es lo que
quiero, lo pido verbalmente al universo y pongo toda mi energía enfocada, al
servicio, de ese algo que pretendo conseguir. Solo así llegará a ti.
Los pájaros vuelven a cantar esta
mañana, parecen contentos aunque todos durmieron en cualquier otro lugar
espantados por las explosiones. A pesar de todo son agradecidos y vienen un día
más a anunciar que amanece, que están contentos de estar vivos, para
recordarnos que la vida es alegría y un juego. Por eso se comportan de este
modo tan complacidos, por eso no nos abandonan, ellos están unidos a nosotros
aunque nosotros no seamos capaces de darnos cuenta de tal unión. Somos la misma
energía de vida que nos asiste, de ahí mi lucha por el respeto a los animales.
No podemos seguir matándoles, merecen vivir, nos alegran la vida y la barbarie
que cometemos con ellos solo manifiesta nuestras carencias, aún no hemos
llegado a comprender suficiente y eso hace que, en ocasiones, seamos tan
crueles con los animales.
Se me viene a la mente aquel
juego que de pequeño hemos tenido casi todos, que eran unas fichas de materias
varias, con agujeritos para dejar ver unos círculos plateados que eran
contactos de un circuito eléctrico y con dos puntas sujetas a cables debíamos
acertar el nombre correcto de una imagen concreta, entonces se encendía una
luz, ¿lo recuerdan? Se me ocurre que en el Planeta se dan ciertas conexiones
ocultas para los humanos que no están atentos, pero que se dan como respuestas
a nuestros actos, y lo relacionaba, de algún modo, con aquel juego infantil.
Como ser vivo que es, reacciona ante las duras pruebas por las que les hacemos
pasar. Puede ocurrir que sus respuestas nos vengan mejor o peor, nos gusten más
o menos, pero hay que transitar por la vida consciente y pensando en todos,
incluidos los animales, toda la naturaleza en general y el Planeta en
particular como nuestro hogar, porque nos podemos ver en una situación existencial
comprometida. ¡Fijaros si hay tema por delante en el que es necesaria la
colaboración de todos! No podemos seguir perdiéndonos en tonterías.
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