Si está tomando alguna pastilla,
algún medicamento, por qué no buscas la forma de dejar de tomar esa química.
Está probado que no te van a curar, sino que tendrás que tomarlo toda la vida.
Hay personas que sufren acidez y están condenados a tomar Omeprazol de por
vida. Hay gente con hipertensión, que tendrán que tomar sus pastillas de por
vida. Así para cantidad de dolencias o síntomas, con el propósito de que los
camuflen, de que aparentemente te sientes bien. Ninguna pastilla te cura de
nada, algunas ayudan a tu cuerpo a que pueda luchar contra la enfermedad, y con
un poco de suerte quizás se cure tu cuerpo por sí mismo; pero serán las menos
veces, pues es contrario al principio: <<Vendo medicamentos, mis
beneficios proceden de hacer que los enfermos se conviertan en clientes fieles>>.
Las grandes compañías farmacéuticas modifican las fórmulas de sus medicamentos
para conseguir que las personas no se curen totalmente, sino que queden
secuelas que les hagan tomar sus pastillas todos los días.
Si tomas alguna pastilla, busca
una solución para vivir saludablemente. Si haces malas digestiones,
seguramente, comes en exceso, comes dulces y grasas, demasiada carne, y todo
esto le cuesta mucho digerirlo a nuestro aparato digestivo. Metabolizar ciertos
alimentos, tóxicos añadidos y componentes artificiales para nuestro cuerpo, es
como una bomba a la que nos hemos acostumbrado con los años; lo que no quiere
decir que no nos esté haciendo daño: colesterol, obesidad, mala circulación sanguínea,
etc. Si tienes sobrepeso, algo tan frecuente en muchas personas, y no haces
nada por remediarlo, seguramente estás condenado/a a tomar un tratamiento diurético
combinado con alguna otra pastilla para bajar la presión arterial, además de
repetir el cuadro citado antes: colesterol, obesidad, mala circulación sanguínea,
etc.
No vale acomodarse y darse por
vencido/a. No es bueno no hacer nada y justificarlo de algún modo. No vale
decir que no se tiene voluntad y dejarse llevar por el placer de los sabores,
porque casi todo lo que nos están vendiendo tiene sabores, colores, textura,
etc., de laboratorio. Nuestros cuerpos no reaccionan adecuadamente frente a
sustancias ajenas a él, así llegan las alergias alimentarias, las digestiones
imposibles, los cálculos, los problemas articulares, la osteoporosis, los
riesgos cardiovasculares, etc. El problema añadido, como he dicho en otras
muchas ocasiones es que nadie vela por nuestra salud sino por la salud de las
cuentas bancarias. He ahí el problema central de la historia… sobra gente, hay
paro, no pueden trabajar todos los que quisieran. No pueden estudiar todos los
que quisieran porque no hay plazas para todos. Somos cobayas mientras las
autoridades están de “vacaciones”, desaparecidas, compradas o untadas para
hacer la vista gorda. De lo contrario un poder decente, bien plantado,
dispuesto a dar guerra por la salud de la gente, comienza a prohibir basura
envasada y mañana las estanterías de los supermercados, centros comerciales y
farmacias, estarían prácticamente vacías. Nos están vendiendo lo que no se
puede ni se debe digerir: basura, basura azucarada, grasa animal, grasas
hidrogenadas (trans)… taponadoras de venas y arterias. Medicinas que provocan
cantidad de efectos secundarios… algo parecido a la muerte por capítulos, te
amortiguan o esconden un síntoma al mismo tiempo que te hacen daño en el riñón,
el estómago o el hígado. ¡Cuántos problemas mentales tenemos en nuestros días!,
seguramente nadie sepa a qué obedecen, al mismo tiempo cada cual defenderá lo
suyo: <<mi comida basura no es la responsable>>, <<mis
medicamentos no lo provocan>>, <<las mierdas que le meto a mis
vacas, cerdos, etc., tampoco tiene nada que ver>>, <<los
insecticidas, pesticidas, con los que rocío mis cultivos y frutales son inofensivos>>.
Hasta cierto punto dicen la verdad, ¿seremos responsables los que los ingerimos
voluntariamente?
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