Hoy es el día comercial de los
Reyes Magos, magos del Carrefour, de El Corte Inglés, de todos los centros
comerciales que estarán a tope, de las tiendas de juguetes, etc. Magos porque mágicamente
se les llenan las cajas, y eso significa pasta gansa, que está muy bien, no
digo que no, pero a qué viene este día, por qué toda la vida montada sobre
mentiras unas detrás de otras.
Los chiquillos no saben nada, eso,
no deberían saber nada, quiénes les alentaron, les fabricaron la idea de tres
personajes que van a visitar la casa por la noche y les van a dejar juguetes.
Si eso pensado en esa edad tiene que acojonar y todo. Solo pensar los críos que
su casa va a ser asaltada por la noche por seres misteriosos y extraños, tiene
que asustarles.
Hay que premiarles, parece que
estamos dando premios a los más pequeños, cuando lo que hacemos es meterles una
trola que les va a durar toda la vida. Y como a todos nos gusta recibir unos
regalos, comprar algo que en todo el año no nos lo permitimos, etc., pues nos
apuntamos al carro del consumismo todos. Pero consumir ya se sabe son horas de
sacrificio y de trabajo para poder abonar las cuentas abultadas de los regalos
para todos los miembros de la familia.
Es que de ilusión solo no se
vive, ni es un deber repartir mentiras, pues paren en el término: “ilusión”,
algo sin fundamento real, algo que aparece en la conciencia distinto de como es
en la realidad. Llevamos toda una vida en un montaje comercial que se perpetúa
sin que paremos y nos demos cuenta de nada. Hacer feliz no es solo abarrotar
las casas y las habitaciones de chismes y juguetes. Hacer feliz es amar al
otro, mirarle a los ojos con honestidad y sonreírle, abrazarle, enseñarle,
ayudarle y hablarle con dulzura.
La gente en la calle desde horas
tempranas para poder poner a sus niños delante del todo, y así puedan ver bien
el paso de la charanga y el desfile de gente disfrazada. Hoy tienen los padres
la excusa para acostarles más pronto porque tienen que dormirse temprano para
que vengan los reyes y les dejen lo que han pedido. Hay cartas dirigidas a los
reyes, que se recogen en muchos centros comerciales, y a mí me aburre todo esto
cantidad. No entiendo por qué hay que montar tanto teatro, por qué hay que
mentir tanto, por qué hay que gastar tanto y, una vez más, por qué hay que
vivir hacia afuera, de nuevo, olvidando el interior, sin enseñar nada de esto a
los niños.
¡Niños, mirad hacia dentro de
vosotros!, aprended a observar más, a ser más curiosos y permitid menos que os
manipulen, os engañen y nunca os hablen de quienes sois, qué es la vida, qué es
la espiritualidad. Que os hablen de lo auténtico como si fuerais mayores. No
permitáis que se os olviden quienes sois, exigid una vida intensa interior,
exigid la mejor educación, la mejor preparación, el mayor de los respetos,
porque esos dones o valores arraigan y son para toda la vida… los juguetes
pasan, se rompen y se tiran.
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