¡Vaya tardecita! Me he pasado dos
horas lijando los faros del coche, pero tengo que reconocer que ha sido toda
una experiencia. Nunca lo había hecho aunque había oído de todo: lijar usando
pasta de dientes blanqueante, otros hablan de usar el líquido de limpiar la
vitro, y si buscáis en Internet encontraréis aún más proposiciones, pero creo
que mejoran algo aunque no lo suficiente.
En mi caso, un conocido que tiene
cierta vinculación con los automóviles y el mundo de la chapa y pintura,
cuidados de la carrocería, etc., me explicó como lo ha hecho él en otras
ocasiones y los resultados obtenidos… doy fe de ello. Así que os lo explico por
si se encontráis con ganas de hacerlo, tenéis los faros quemados por el sol y
la ITV os acosa. Este es mi caso, que tengo que pasar por la taquilla de la ITV
y posteriormente que me examinen el coche… a ver qué le sacan.
Os apañáis un pliego de lija de
agua de grano 1000, otro de grano 1200, otro de grano 1500, otro de grano 2000
y, por último, otro de grano 3000. Para darle terminación con un bote de polish
para abrillantar carrocerías, tendréis para hacer los faros de todos los coches
de los vecinos de vuestra calle, pues con una pequeña porción de esta pasta es
suficiente.
Hay que tener en una mano un
recipiente que pulverice agua constantemente conforme trabajamos. Cortamos un
trozo del pliego de lija de grano 1000, que lo disponemos rodeando un taco de
corcho, madera o mejor, como he hecho, utilizando uno de esos que venden en las
tiendas de pintura para lijar el aguaplast y ponerlo finito. Una vez la lija
rodea el taco, lo asimos, mojamos bien el faro y ya no dejamos de lijar y echar
agua, por un espacio de tiempo de unos cinco o seis minutos reales de lijado. Cambiamos
a la lija de grano de 1200 y repetimos la operación descrita: “dar cera, pulir
cera”, esto es broma no estamos en karate kid, pero se parece bastante al
entrenamiento dictado por el maestro Miyagi. Con una suave presión vamos
describiendo círculos con el taco que contiene a su alrededor la lija, mientras
con la otra mano no dejamos de pulverizar agua. Siempre hay que trabajar sobre
la superficie mojada del faro. Cuando han vuelto a transcurrir otros cinco
minutos reales de lijado, pasamos al grano 1500 y, posteriormente al 2000,
después al 3000.
Una vez terminada la tarea de
lijado cogemos una buena esponja, consistente y vertimos un poco de pasta
polish de acabado, le pulverizamos agua al faro y a la esponja y le damos unos
tres minutos de terminación, igual en círculos, suavemente y enjuagamos con
agua abundante el faro y los alrededores que estarán chorreados de todo lo que
ha ido desprendiéndose del lijado y del pulido final. Cogemos un poco de papel
y lo secamos totalmente… ahora si vemos que dentro hay varias bombillas… por
fin descubrimos que tras aquella barrera amarillenta había otras cosas propias
del automóvil… así no veíamos ni un pimiento cuando conducíamos de noche.
Una vez terminado un faro, y como
ya sabéis el procedimiento, probado por mí y garantizado, sin más discusiones
ni más videos de youtube, coged los chismes y al ataque, porque yo ya me he
machacado esta tarde con los de mi coche… y todo el trabajo no lo voy a hacer
yo… ya os he hecho el primero para que vierais como queda. Un abrazo a todos,
queridos lectores.
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