sábado, 5 de marzo de 2016

UN POCO DE NO'OS

                                               Imagen: www.diariodeleon.es


La declaración de la Infanta Cristina, para mí, entra en la prensa rosa por ser el personaje que es, pero no obstante, se juzga un caso de corrupción. Para empezar dijo que no contestaría más que las preguntas de su abogado, por tanto, asistimos a un teatrillo pactado, en el que la Infanta bien aleccionada por aquel, contesta lo que sabe debe decir.
La Infanta, socia al cincuenta por ciento de una sociedad, por tanto, ha de firmar los documentos correspondientes que por ley se les ponga por delante. Formada como está, siendo directora de una fundación de Caixa, no sabía lo que firmaba ni la responsabilidad de hacerlo. Como poco, parece un acto increíble, tratándose de una persona preparada, universitaria, y que entiende lo que firma.
Las firmas estampadas en los documentos no pueden quedar sin efectos cuando alguien, para defenderse ante unas acusaciones, dice haber firmado por amor, por confianza hacia su marido y cosas así. La ley es la ley, y ha de ser igual para todos. ¿Se tendría tanta consideración o benevolencia si se tratase de un total desconocido? ¿Le valdrían, para librarse de las penas, los mismos flacos argumentos? A la Infanta, parece que le han valido, por el momento, solo veinticuatro minutos de banquillo para descargarse de responsabilidades en el caso que se juzga.
Los gastos cometidos con la tarjeta de la empresa, que la Infanta tiene a medias con su marido, muchas veces fueron compras o servicios personales o particulares, que nada o poco tenían que ver con la gestión o necesidades de la empresa. Algunos de ellos apuntaban directamente a la Infanta, como los gastos en peluquería. Sin embargo, Iñaki dice que él custodiaba la tarjeta de crédito, y que la Infanta ni siquiera conocía la clave para usarla. ¿Cómo se produjeron dichos gastos particulares y femeninos?
En general, los inculpados han llegado a un acuerdo entre ellos, y el giro que han tomado las declaraciones es culpar a la Casa Real, a los asesores de la misma, o al abogado del Rey. De esta forma se descargan ellos de responsabilidades, echan balones afuera, como coloquialmente se suele decir, y tratan de hacer ver que ni el Sr. Torres, ni el Sr. Urdangarín, ni las esposas respectivas, han hecho nada mal, pues estaban asesorados además de por los citados anteriormente, por un alto cargo de Hacienda, que también ha salido a la palestra de culpables colaterales.
Por lo demás, ya sabemos que una gran defensa es contestar: no lo sé, no lo recuerdo, esa no era tarea mía, o a eso no voy a contestar. Lo que todo recordamos de ver en las películas es aquello de: “¿Jura usted decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?”, pero en la realidad sabemos que la ley te deja el atajo, que más que atajo es una autopista para la mentira o el engaño. La ley permite que el presunto culpable se pueda negar a declarar, e incluso que pueda mentir para defenderse o salvarse. Así está el patio, y estos del caso No’os traen la lección bien aprendida, se han forrado con dinero público, a veces, presuntamente, sin hacer nada, pero ellos no saben nada del asunto, no recuerdan otra parte, y la que recuerdan es responsabilidad de la Casa Real y sus asesores, abogados, etc. ¡Marchando una de perdiz mareada con guarnición!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones