domingo, 23 de octubre de 2016

ANTI TAURINO Y ¿VEGETARIANO?

                                                         Imagen: www.elcomercio.es


De nuevo atacan los animalistas anti taurinos en Barcelona. Yo me pregunto si todos ellos son vegetarianos, en coherencia deberán serlo, porque ahí tienen un campo enorme para la protesta animalista, contra el asesinato en masa u holocausto de animales de granja: pollos, gallinas, cerdos, ovejas, vacas, caballos, etc. Un verdadero crimen que comete la humanidad con la justificación de que lo hace para poderse alimentar a todas las personas… algo que es mentira. La humanidad puede y debe ser, perfectamente, vegetariana o, mejor aún, vegana. En pocas palabras para aquellos que no sepan lo que es ser vegano, le diré que es excluir de la dieta todo producto que proceda de los animales: carnes de todo tipo, pescado, subproductos de los mismos, leche y todos los productos lácteos, huevo o miel… y no pasa nada. Se respeta la vida de los animales y no se les hace pasar tan mal ni se les asesina, no se les tiene que envenenar como hasta ahora: atiborrándoles de anabolizantes, hormonas o antibióticos, que posteriormente van a parar a nuestra cadena alimentaria.
Es cuestión de respeto y de salud. Los animales no nos pertenecen, mejor dicho: la vida de ellos vale tanto como la nuestra, es la misma energía que la nuestra… solo vida, energía de vida tal como la nuestra; no hay distinción, la diferenciación inexistente solo es producto de intereses y auto convencimientos, para poder seguir practicando la barbarie que se comete a diario y por millones en todos los lugares de la Tierra. Las mentes estrechas ven el final de sus días y no ven más allá de los filetes y chuletones, de esa carne a la brasa, de esos guisos con pringue animal que tanto le cuesta digerir a los humanos, y que tantas repercusiones negativas tiene en nuestra salud: sobrepeso, problemas gástricos, exceso de colesterol, obstrucción de las arterias de nuestro cuerpo, infartos, ictus, diabetes, etc.
Habría que ver si todos esos que protestan contra la tauromaquia no visitan nunca un burguer, no comen pollos ni pescado frito, y además practican una cocina de verduras y hortalizas. Jamás he ido a una corrida de toro, pero no voy a mentir, a veces, hace años, las he visto de cuando en cuando por televisión. Nunca me gustó el castigo infringido al toro, no me gusta que le piquen, le pongan banderillas y, mucho menos, le maten atravesándole sus órganos con el acero de la espada. Tampoco soy un defensor de las tradiciones, creo que son cosas antiguas que chocan con una sociedad moderna de progreso, digital, robótica, etc. Creo que hay asuntos más importantes para zanjar necesidades vitales de la población, pero es posible que existan cosas que a otros muchos les gustan sin necesidad de llegar a la prohibición. Se debería permitir torear pero sin castigar al toro, sin ni siquiera clavarle la divisa (esa especie de pequeñas cintas de colores que se clavan en el morrillo). Nada de picadores ni banderilleros y, por supuesto, nada de entrar a matar… solo faena, arte, pases, coreografía en la arena para el deleite de los aficionados, pero nada más.
Eso es posible, por qué no piensan un poco unos y otros, flexibilizan posturas y nos respetamos todos. De esa manera, todos salen ganando, hay toros, hay espectáculo o arte, y hay animales que se ejercitan sin ser castigados. Los aficionados contentos, los animalistas contentos, no hay que estar constantemente en una revancha ni confrontaciones… es una salida inteligente por ambas partes.

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