CUIDADO CON EL PP... MUERDE

Esta gente del PP quiere romper toda la estructura convencional que ha venido teniendo el tema de las pensiones. Primero han acabado con la hucha para dar intranquilidad a la gente mayor, segundo, al sentirse los mayores en una situación más inestables, es posible que estos, a su vez, no sean tan desprendidos con los suyos como lo vienen siendo, tercero, el consumo se retrae y, cuarto, la medida estrella: inducir a la gente para que se haga un plan de pensiones o jubilación privado, para hacerle el juego y dar a ganar dinero a los bancos, que es el objetivo final de todo este montaje. De hecho, haber acabado con la hucha de las pensiones ha dado lugar a que tengan que pedir un préstamo para poder abonar la extra de verano… volvemos a lo mismo: endeudamiento para el país y dinero que se da a ganar a los bancos.

La gente del PP es la que más próxima se siente al empresario y al banquero, lo cual es un peligro para la ciudadanía porque los que gobiernan no son los electos en urnas sino aquellos: los empresarios y los banqueros. Ellos ponen la pasta, ellos dirigen el país, dicen las leyes que tienen que salir adelante, tocan a los partidos, les condonan deudas a cambio de favores legislativos, impunidad, negocios, etc. Que gobierne el PP es bueno para empresarios y banqueros, como estamos viendo, por eso con el PP hacen los empresarios las declaraciones que hacen, aunque sean chorizos, como fue el caso de su ex presidente: Díaz Ferrán, actualmente en la cárcel: “Hay que trabajar más y ganar menos”… él lo quería ganar todo, lo que le correspondía y lo que no, por eso está donde está; pues eso le sucede a muchos, incluidos los políticos que se han dado cuenta de que en este país, con sus leyes, se puede burlar la acción de la justicia, se pueden llevar grandes cantidades de dinero y si te pillan, te pueden indultar tus compañeros o puedes pisar la cárcel simbólicamente. Sales, te quedas con la pasta y nadie te vuelve a reclamar nada; con un castigo tan light merece la pena arriesgarse y para los que son más reacios a hacerlo a plena luz del día, se hacen amnistías anti constitucionales para blanquear delitos y dinero a un precio que da la risa, en un total desprecio del Ministro de turno por el resto de las personas que contribuyen pagando sus impuestos en fecha y forma, mientras que a los delincuentes se les reciben como señores, se les agradece hayan traído su dinero negro y se les aplica un simbólico tanto por ciento, premiando su actuación delictiva.

PP malo, sí Sr. Marhuenda: ¡PP malo!, te quedes todo lo estupefacto que quieras. Y está bien de defender a capa y espada al peor partido de la historia de España. No me atrevo a decir de la historia democrática de España, porque sigo considerando que mientras unos pocos digan cómo tienen que vivir el resto de la población, lo que hace es dictar las normas, y el que dicta es un dictador y el sistema una dictadura, aunque la podamos presentar con vestido largo o un lazo en el pelo, me da lo mismo, es lo mismo: una dictadura. La democracia es el invento de algunos en el que a una minoría se impone lo que decide una mayoría, por tanto algo falla, a los ojos de esa minoría es una dictadura que recae sobre ellos. Y una minoría puede ser el cuarenta y nueve por ciento, o sea, que puede ser una cantidad de personas muy similar al que son la mayoría… por eso me parece muy injusto el sistema actual. Algunos lo justifican diciendo que es el menos malo conocido, y no me extraña, viendo la capacidad de pensamiento, dialogo y reflexión de muchos de esos energúmenos que ocupan sitio en el Congreso, es así, no dan para más. Para alcanzar metas diferentes hay que atreverse a “soñar” y proyectar, hay que dejarse llevar por la inspiración, y esa gente es muy inmovilista, están agarrados a la Constitución como si fuera la única tabla de salvación posible para que funcione nuestra sociedad actual y no es así. La Constitución sirvió para lo que sirvió, para hacer una transición o mera normalización tras cuarenta años de dictadura declarada como tal. Se reconocieron y legalizaron las distintas fuerzas políticas, nos colaron la monarquía de regalo, se instaló un sistema electoral que no permitiera gobernar a los rojos ni a ningún partido político pequeño, instalando el bipartidismo que hemos venido soportando hasta que hace un par de años se ha ampliado el panorama político. Además las condiciones de progreso y bienestar las han fastidiado con el invento de esta estafa llamada crisis, bien calculada para que aflojáramos nuestras expectativas, hacernos más pobres, que perdiéramos nuestros derechos, que muchos quedaran en la calle, y que los políticos, principalmente del PP, robaran mucho. Los tiempos han cambiado como podemos apreciar, y ese clavo ardiendo al que están agarrados hay que renovarlo, mejorarlo o, simplemente, sustituirlo por otro más acorde con la situación actual.