Celia duerme Celia juega
Una vez más, el cinismo del
actual Gobierno no se mantiene en pie, su reforma laboral incluye el retardo en
el tiempo para poder jubilarse, pero eso es así para los pobrecitos que no
trabajen en El Corte Inglés y otras empresas similares, grandes y con mucho
personal, a las que el Gobierno no ha tenido a mal concederles el privilegio de
la jubilación adelantada por un acuerdo entre la firma y la Seguridad Social.
Conozco a unas personas de El Corte Inglés que se acaban de jubilar, ambos con
sesenta y un años, pasando a cobrar el 70% de sus últimos salarios hasta que
lleguen los sesenta y cinco años, en el que cobrarán la pensión que les
corresponde en base a sus sueldos. Todos debemos jubilarnos un poco más tarde,
menos los miles de empleados de El Corte Inglés y otras empresas grandes como
esta, que tienen concedido privilegios por parte del Gobierno y su injusta ley,
que no es igual para todos, como podemos ver con este ejemplo.
Yo desconocía tal extremo, pero
ayer hablando con unos vecinos que trabajaban en dicha empresa, me lo
refirieron… se acababan de jubilar en esas condiciones de excelencia y
exclusividad en los tiempos que corren. No se pueden pagar las pensiones, entre
otras cosas porque no quieren que haya dinero en caja para hacerlo y darle a
ganar dinero a los bancos, por un lado y, por otro, porque quieren empujar a la
población, mediante el miedo, a que se acostumbren a comenzar a trabajar y
hacerse un plan de pensiones… más dinero para sus amigos los banqueros, que
podrán disponer de unos ingresos que harán todos los que trabajen para tener
asegurado no sé qué, porque como hemos visto los bancos en su feroz intención
de ganar dinero, también se van a la porra, caen, quiebran, son malos gestores,
tal como lo es el Gobierno.
Con todo lo dicho, volvemos a
comprender que gobiernan las grandes empresas y los bancos, lo venimos diciendo
desde hace tiempo, hablo en plural porque somos muchos los que nos hemos
pronunciado en ese sentido a la vista de los acontecimientos favorables a
ellos, mientras los perjudicados somos los demás, sobretodo, la población, la
ciudadanía que es la que paga todos los plastos rotos. Ellos se dedican a tirar
la vajilla por los aires y los tontos, que somos todos nosotros, los ciudadanos
de a pies, con los pagos de los impuestos no dejamos de comprar: tazas, vasos y
platos. Una vez más vemos que la ley no es igual para todos, sino que es
injusta, no se aplica con el mismo criterio a todas las personas ni a todas las
empresas. Esta ley favorece a unos y perjudica a otros, cuando supuestamente,
somos todos iguales o, mejor dicho, deberíamos serlo, pero el Gobierno carece
de personalidad, además de honestidad, integridad, solidaridad, etc. Celia
Villalobos estos últimos días se pronunciaba sobre la jubilación, diciendo que
debería retrasarse la edad de jubilación porque había personas que se llevaban
más tiempo de su vida cobrando pensiones que años cotizando… que ella se
pensaba jubilar a los ochenta. Así piensan los que trabajan en algo que les
gusta por encima de todo o los que no hacen ni el huevo, como es su caso, que
como todos sabemos fue pillada en el Congreso jugando con su Tablet. Con un
trabajo donde te rascas la concha y te llena el bolsillo de lo lindo sin dar un
palo al agua, así cualquiera. Sin embargo, todas aquellas personas que llevan
desde joven a las órdenes de empresarios y jefes más o menos sensatos, más o
menos caprichosos, más o menos dictadores o, más o menos, sinvergüenzas, que
también los hay, sus vidas laborales han sido verdaderos martirios… ¡díganles
que se jubilen más tarde!, físicamente y mentalmente, están hartos y deseosos
de que llegue el descanso tan merecido. Para todos los que empezamos a trabajar
joven, los sesenta y cinco años están muy lejos, es demasiado, habría que
rebajar la edad de jubilación. Siempre defienden jubilarse más tarde los que
menos han doblado el espinazo y los que gozan de posiciones sociales más
favorables, pregunten a los que se están dejando la vida y la salud en los trabajos.
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