LOS ENCHUFADOS A LA CALLE

Ya tenemos un registrador de la propiedad más aunque un tanto especial, va en coche oficial, lleva guardaespaldas y, por supuesto, no tiene el problema de buscar parking. Cobra al mes más que ninguno, estoy seguro, porque le llegarán varios sobres, algunos honoríficos probablemente, y ha tenido la gran suerte que no ha debido esperar que le hagan un hueco… todos los políticos reenganchados a sus prehistóricos puestos de trabajo, cuelan del tirón. Si fuera un trabajador normal y corriente que retornara tras su excedencia, tal vez, tuviera que esperar que hubiera una vacante en un cargo similar al que tenía cuando pidió la excedencia o, bien, le enchufan en otro de categoría diferente aunque respetándole su salario.

Nadie se ha atrevido a desenterrar las oposiciones del sujeto, objeto de este escrito, habría mucho que investigar al respecto para conocer el modo en el que se consiguió superar la oposición. ¡Perdonen!, pero después de haber visto que cuando alguien del PP era requerido para ocupar algún carguito, se apresuraban los estudios hasta el punto de aprobar la mitad de la licenciatura de derecho en unos meses, permítanme que dude mucho de lo que esta gente es capaz de hacer y comprar. Cómo no voy a tener dudas de la veracidad de los hechos, gente procedente de familias con influencias, conocidos y amigos de políticos de altura y bajura, que dan órdenes para que les aprueben una carrera universitaria o un máster, por qué no unas oposiciones por un par de millones de pesetas de la época, pongamos por ejemplo.

Si estudiaran aquellas oposiciones, todos nos quedaríamos más tranquilos y algunos quizás en la calle. Hace no mucho corría una información sobre la Junta de Andalucía, acerca de algunos miles de enchufados que trabajaban en la Administración sin haber superado ninguna prueba, la única prueba era ser amigo o familiar de altos cargos políticos y haber sido empleado a dedo… ¡eso es una vergüenza! ¿Cuánta gente tira de la chequera pública?, como no hay castigo, pues todos quieren abusar como lo hace el del despacho de al lado colocando a los suyos. Hay muchos tipos de corrupción y ese saqueo de lo público, inventándose puestos de trabajo no necesarios para dar de comer a la familia, es una técnica mafiosa. Los pobres que estudian y mucho pero no tienen padrino, han de tener las mismas oportunidades de poder ingresar en la Administración pública como el resto de los enchufados. Mejor dicho, los enchufados han de estar en la calle, mejor esta tarde que mañana, y se han de convocar oposiciones para cubrir, mediante examen y méritos, las plazas necesarias que queden vacantes.

A todos nos gustaría que nos facilitaran un poco las cosas, pero a algunos lo que les gusta es que se lo regalen todo, y tampoco se trata de eso. Esto no es cuestión de “listos” y tontos, es cuestión de honor, de seriedad, de honestidad, de moralidad y de no ser un corrupto, un ladrón y un asaltador de caminos. A ver si los periodistas le dedican un poco de su tiempo a esas oposiciones de registrador de la propiedad y a los enchufados de la Administración. A ver si la ponemos boca abajo y se hace una criba en honor a lo que es justo, para que los que tienen los méritos suficientes y la valía necesaria, puedan acceder a los puestos de trabajos precisos en lugares ocupados por los que entraron a dedo.