Esta mañana, como otras, le he
echado un vistazo a las noticias por si alguna me inspiraba a escribir algo y,
casualmente, he leído sobre un sistema de software que dice ir por delante de
los inversores y que por ese motivo obtienen mejor rendimiento. Ese mismo
artículo hablaba de hacer una inversión mínima de 250 €, asegurándote una
rentabilidad astronómica en poco tiempo, vamos, desde el primer momento, prometiendo
que nunca perderías tu inversión inicial en el peor de los casos.
De ahí he ido a leer otros
artículos y ver un par de videos, para llegar a la conclusión de que se corre
mucho riesgo de operar con plataformas online no reconocidas ni autorizadas
legalmente y ubicadas en paraísos fiscales donde nadie las controla.
Cuando te lo ponen tan bonito y
fácil, y todos los inversores van a ganar mucho dinero, lo primero que piensas
es que de dónde sale el dinero que gana toda esa gente, tiene que haber una
gran cantidad de tontos en el otro lado poniendo igual cantidad de dinero para
poder ingresarlo en las cuentas de los que, “por fortuna”, invierten con los
programas o robots que han puesto a su servicio, no se sabe quiénes. ¿Cómo
pueden estar en condiciones todos de ganar tanto dinero?, ¿alguien puede llegar
a creerlo? Y vuelvo a cuestionarlo: ¿quiénes ponen dinero para que esos
inversores de los robots se lo lleven sin mover un dedo?... ¡qué bonito lo
pintan!
Todos somos más o menos sensibles
al dinero, todos necesitamos más o menos dinero para vivir porque esto está
montado así y que te regalen los oídos de esta manera, te hace reaccionar, ya
te ves invirtiendo un puñadito de euros y reembolsándote miles de euros, es así
como lo refieren los que publicitan estos sistemas. Debo entender que si el
sistema deja tal porcentaje tan bárbaro de ganancias, que haya alguien que haga
publicidad para llamar a los inversores potenciales, será porque esas personas
tienen un elevado sentimiento filantrópico, pues para ellos no serán los beneficios…
de lo contrario, solo tienen que invertir en su propio sistema para hincharse
de dinero hasta más no poder, ¿no creen?... eso es lo que publicitan, digo yo,
que pueden ganar dinero hasta ser asquerosamente ricos. Pero, miren qué
casualidad, tienen que hacer publicidad porque su corazón se rompe si no ayudan
a los demás. Cuando algo es tan esplendido el boca a boca corre como la pólvora
y estarían desbordados. La publicidad nació para vender, para llegar a los
potenciales clientes y despertar sus ganas de consumir. Hay necesidad de hacer
publicidad cuando se necesita aumentar las ventas, cuando no se tienen los
clientes que se desean obtener. Por esto, aun entiendo menos que un sistema tan
lucrativo necesite publicitarse… ¡cuidadín!
Nadie da duros a real se decía
antes cuando existía la peseta, ahora tendremos que decir que nadie da euros por
céntimos de euros. Nadie te regala el dinero y hay demasiada pillería,
sinvergonzonería y estafadores. Las legislaciones de los países autorizan que
existan rincones parapetados de las leyes, lugares para que los traidores y
estafadores puedan sacar sus dineros a pasear sin control alguno del fisco.
Esto es una contradicción y una prueba de que todo está orquestado por los
poderosos que obligan a los Estados a pasarles la mano a buena parte de sus
dineros. Ellos no quieren tributar por todas sus ganancias, ellos no quieren dar
cuenta de dónde salen sus beneficios, y los Estados, gobernados por escoria
humana, colaboran como perros fieles a la voz de sus amos.
Necesitamos más que nunca que el
dinero quede sin valor para que todo aquel que no tenga su dinero en cuentas
bancarias legales, no pueda volver a hacer uso del mismo. Es la única manera de
terminar con la sinvergonzonería de la que todos participamos de alguna forma y
en diversas cuantías, cuando aceptamos trabajos que no se facturan. Es la forma
de que todas las operaciones o transacciones queden a la vista y registradas
contablemente en los bancos, y todos tengan que pagar el porcentaje que corresponda
a Hacienda para abonar los servicios públicos. Espero y deseo que esto suceda
pronto por el bien de la humanidad, no es un buen escaparate para el mundo que
ciertos señores y señoras se mofen del resto, haciendo uso de privilegios
concedidos al margen de las leyes que los demás tenemos que cumplir. No es
ejemplar que esa misma gente se enriquezca diariamente de la traición que
profesan al sistema, que dan en llamar democrático y de derecho.
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