Soy de los
votantes de Podemos que no me alegro de que la investidura haya sido fallida,
no por ello culpo o reprocho la actuación de los negociadores del partido o la
decisión final del mismo. Yo no estuve presente, como nadie ajeno a esos
equipos negociadores, en esas reuniones secretas, y de ahí el problema, de ser
secretas, de ello deriva tanta confusión en cuanto a las lanzas o dardos que
ambos equipos o partidos se han dedicado. La ciudadanía no hemos sido capaces
de dilucidar quién o quiénes mentían, es el problema de no meter cámaras y
micrófonos en las reuniones y hacer pública toda la negociación, ¿acaso no
tenemos derecho a conocer lo que negocian para el supuesto bienestar nuestro?
Nos hemos
quedado con cara de idiotas, porque si uno decía que el problema era que el
otro ha dejado pasar dos meses sin hacer nada, el otro lo negaba diciendo que
desde el día siguiente a las elecciones del 28 de Abril, el candidato a
presidente ya estaba contactando con los diversos grupos políticos. Mientras
uno decía que no le ofrecía ningún ministerio con competencias, el otro lo
negaba dando una lista de funciones o competencias que cedía a la otra formación.
¿Quién dice la verdad y quién miente?, el caso es que seguimos con un Gobierno
en funciones, de momento por dos meses más aproximadamente.
Si yo hubiera
sido Podemos, hubiera planteado un programa express con todos los puntos de
interés para el bienestar de la ciudadanía que quisiera que el PSOE me hubiera
aceptado. Una vez firmado, si en el futuro no los respetara, no les apoyaría
con mis votos a cualquier desviación de lo pactado que el PSOE quisiera sacar
adelante; además, tendría contenido negro sobre blanco que siempre respaldaría
las decisiones del partido, así como un firme argumento a mostrar a la
ciudadanía para darle a conocer cómo incumple el PSOE lo pactado, si hubiera
llegado el caso.
Creo que hay
maneras de hacer cosas antes de cerrarse en bandas a defender a ultranza una
postura inamovible, dicho esto para cualquier posición fijada de ambas
formaciones. No culpo más a unos que a otros, puesto que como dije antes, la
verdad de lo negociado, prometido o cedido nunca la sabremos. Siempre nos
llegará lo que diga o interprete cada uno de ellos de lo que allí, en la
negociación, haya sucedido. Es tiempo para dejar de oponerse y de revanchas, ya
estamos hartos de este proceder tan común en todos los actores políticos.
Tachar o etiquetar a los otros no sirve de nada, hay que tratar de comprender
al otro, hay que acercar posturas, hay que perder de vista los intereses
personales de partido para interesarse por las necesidades de la gente y en la
forma de corregir ese posible déficit que hubiera en la población. Hay que
unirse para proponer soluciones, que si son válidas, por venir de otro partido,
no hay que tumbarlas sino apoyarlas, y hasta que todos no aprendan a funcionar
de este modo… estaremos perdidos y avanzaremos muy lentamente, lastrados y perjudicándonos.
Ahora los
políticos se van de vacaciones con sus familias a enfriar todo este tira y
afloja mantenido durante semanas, a ver cómo regresan, a ver qué han aprendido,
si es que su orgullo y soberbia se lo permiten. Cualquier cosa que acometamos
en la vida, se ha de enfrentar con humildad y predisposición a la colaboración
de otros, si es que hay otros dispuestos a ayudar por su voluntad. Tenemos que
dejar de mirarnos como competidores, debemos dejar de fabricar pensamientos
negativos de los demás. Tenemos que echarnos el brazo por el hombro y animarnos
para caminar juntos hacia el que debería ser el objetivo único político…
conseguir una sociedad cada día mejor, en donde la gente viva bien, en la que
merezca la pena vivir activamente, porque su progreso sea el nuestro, el de
todos.
La política no
tiene sentido si es para sacar tajada del dinero público, si se interviene en
ella para desviar fondos de aquello para lo que es recaudado a la ciudadanía.
La política no tiene sentido si es una traición o una forma de exprimir los
recursos públicos, o se convierte en el gran negocio de los políticos.
Cada día
estamos más cerca de nuevas elecciones porque los políticos, de esto que hablo,
han aprendido poco, han avanzado menos, y no dan el nivel por el momento.
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