domingo, 10 de mayo de 2020

LA SUBVENCIÓN, EL DEPORTE NACIONAL







Hace unos días, en plena crisis sanitaria, social, laboral y económica, que es lo que ha aportado toda la problemática del virus y su feroz contagio, los partidos políticos se han auto concedido por la obra y gracia de sus propias leyes, o sea, con su consentimiento, la lluvia de millones de euros, en unos casos, de cientos de miles de euros en otros, para la hucha de sus partidos políticos y, seguramente, entenderán que se los merecen.
Es una puta vergüenza que los políticos, que no se tocan nunca su sueldo en situaciones críticas, sino que siempre han tenido la desfachatez de subírselos, sea cual fuere la circunstancia exterior, sigan jugando con el dinero de todos amparados por sus leyes, las que hacen ellos para sí, beneficiándose de lo que dictan y a lo que obligan al pueblo sin que éste pueda defenderse al respecto, sin que la ciudadanía puede oponerse a que perciban los partidos dinero gratis… ¡ya están bien pagados todos los políticos!, como para tener que hacernos cargo de sus cuevas o academias de ladrones, saqueadores y traidores al pueblo.

Es incomprensible que estos caraduras se auto asignen el montón de dinero que se llevan por la cara. Se montan un chiringuito, hay una ley para protección de sus privilegios y ninguno es capaz de ponerla en tela de juicio y llevarla al Congreso para eliminarla. Viven de las subvenciones, del empleo a dedo, de la compra de votos mediante subvenciones de todo tipo a todo tipo de colectivos, y ninguno habla de esto, nadie rechaza el dinero saqueado ilegítimamente a los españoles. Ningún político se opone a empobrecer más a una España inmovilizada industrial y comercialmente. Llega la fecha que ellos mismos tienen designada y abren las huchas para que les lluevan los miles de euros y los millones en otros casos, sin importarles que los autónomos tengan los negocios cerrados y no puedan abonar sus cuotas, sin que las personas incluidas en los miles de ERTEs que se han hecho a lo largo de toda nuestra geografía estén cobrando, a pesar de que muchos hayan perdido sus empleos y haya muchas familias que vuelven a no tener ninguna entrada de dinero en sus casas. A pesar de todo ello, los políticos sinvergüenzas no se han privado de nada, de sus salarios, de sus dietas, y también de sus subvenciones de partido por la gracia de sus injustas leyes, que por conveniencia no modifican, cambian o, mejor, eliminan. No estamos en tiempo de que nos chupen la sangre y ellos sí pueden hacer que el enfermo no empeore, pero si además de enfermo se le extrae más sangre, la anemia y la muerte es más que posible.

No se puede conceder un par de meses sin que los negocios afectados y pequeños puedan librarse de abonar sin haber ejercido actividad alguna. No se puede hacer llegar ese mismo importe que se han repartido los partidos a las familias más perjudicadas. No se puede industrializar el país para llegar a ser más autosuficientes en el futuro. No llegaron los materiales de protección de los sanitarios a tiempo ni eran los homologados, pueden ser todo los inútiles que quieran, que ni dimiten, ni se les puede echar a la calle por negligentes y genocidas, pero sí que se reparten los dineros como una gran mafia, que es lo que es para mí el conclave político, ellos dictan como verdaderos dictadores, ellos se conceden, ellos hacen la fumata blanca, ellos se lo guisan y ellos solo se lo comen. La ciudadanía es presa del sistema capitalista bien respaldado por los títeres políticos, del que estos sacan una buena tajada sin que nosotros podamos hacer nada más que depositar una papeleta a los cuatro años. Después ellos mismos, con su sistema corrupto y mafioso, se reparten los votos conforme a su ley injusta, como mejor beneficia a los intereses de los más fuertes… ¡son clasistas hasta para esto! Si el gobierno sale rana, nos aguantamos cuatro años soportando su corrupción y sus saqueos, así como sus planes de subvenciones y compra indirecta de votos. La ciudadanía no tiene mecanismos directos para moverles de los sillones. La ciudadanía no puede interceder directamente, a tiempo real, en la vida política del país. La ciudadanía no decide ni el qué, ni el cómo, ni el cuándo. La ciudadanía tiene que acatar, le guste o no, todos los mandatos que más convenga a la clase casposa y mafiosa política, y no vale decir que eso sucede porque les hemos votado, sino porque los políticos no tienen vergüenza y no trabajan para lograr lo mejor para la ciudadanía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones