No se puede ser más cínico, y para retratarse como cínico mayor del reino ya están los EEUU, al mismo tiempo quieren hacer creer al mundo que desean ayudar a los palestinos para que no mueran de hambre, pero siguen sirviendo cargamentos de armas a los israelitas para que acaben con los palestinos. Al mismo tiempo piden un corredor para hacer llegar ayuda a los palestinos, y al mismo tiempo se oponen a que se acabe la guerra, bueno, el genocidio de Israel. Sin EEUU el mundo sería un lugar más seguro probablemente, con menos conflictos y menos saqueo de recursos ajenos de otros países.
Los Estados prepotentes se debieran ir todos a la mierda, rivalizar por mandar en el mundo es mostrar el rostro de dictador sin ponerse la careta de demócrata. Y el primero que va en esa dirección es EEUU, es una lástima que hayamos llegado a pensar que para vivir en paz en el mundo lo primero que hay que hacer es armarse hasta los dientes, para meter miedo a los demás, para disuadir de ser invadido. La precariedad mental, moral y de honestidad que destilan los mandatarios de países que aspiran a comandar el cotarro mundial, es evidente y palpable. Son una partida de inútiles, salvajes y primitivos, que siguen defendiendo la ley del rifle, que vayan sus ciudadanos amedrentando a otros con sus armas, o que sucedan los lamentables y frecuentes incidentes que se protagonizan en escuelas, institutos norteamericanos o centros comerciales. Cualquiera compra armas de asalto, cualquiera puede tener un arsenal en su casa, es el país más inseguro del mundo, te sale a la calle un loco de esos con fusil en el brazo y se pone a practicar el tiro al blanco con todo el que transite por una de sus calles. O llega a un Instituto y se pasea por todos los pasillos y aulas acribillando a todos los que se crucen en su camino. ¿O los americanos no están muy bien de la chaveta, o sus dirigentes son unos insensatos que dan prioridad al negocio de las armas? Más bien creo que es lo segundo, salvo algunas excepciones, después de todo en todos los países ha de haber gente bastante peligrosa y de mente insana.
El camino de la paz es el de la educación, el del respeto, el de la no violencia, el del no a cualquier guerra, el del no a las armas, el del no a los dirigentes belicistas, los que son capaces de engañar al mundo viendo armas de destrucción masivas donde nadie más que ellos las ven. El camino de la paz no pasa por bases militares repartidas por el mundo, ni por una mentalidad que constantemente se cree amenazada por el resto del mundo. Hay que dejar de inventar o imaginar tanta fantasía bélica y asentar los pies en el suelo. Hay que ofrecer sanidad a sus vecinos y no dejarlos morir en las aceras. Menos casinos y menos puterio, menos tráfico de todo lo que pueda enfermar a la gente, y más preservar el bienestar general de toda la población y el progreso, en todos los ámbitos o entornos, de los países. Pertenecer a un club por miedo y para crear miedo a los demás, es una forma de relacionarse con violencia hacia los demás. Ahora viene fenomenal aquel grito de los setenta: ¡No a la OTAN, Fuera bases!
Seguiremos...
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