No podemos imaginar que no haya jubilación, sería impensable que no existiera un dinero digno y mínimo para que todas las personas mayores, que han dedicado su vida al trabajo para sí mismo y para esta sociedad, puedan sobrevivir con cierta holgura. A pesar de ello, conociendo el grado de desconsideración y deshumanización que gastan los que han usurpado el poder a la ciudadanía con el pretexto de la falsa democracia, es para que se nos erice el vello del cuerpo, pues esa gente es bien peligrosa y poco tiene que ver con el prójimo.
Cuando una emisora de radio o televisión entrevista a un supuesto especialista en el tema, como está bien programado en este libertinaje económico, sí libertinaje, donde cada cual hace la tropelía mayor, el desfalco más abultado o el derroche más bestial, oculta dinero, lo lleva a paraísos fiscales, se monta un chiringuito de empresas fantasmas, que han dado en llamar empresas pantallas, y el sistema público no ve ni un euro de esos individuos delincuentes. Continuando con lo que venia a decir, esos especialistas programados por el poder económico, no ve salida a las jubilaciones si no se producen más al final de nuestras vidas porque vivimos más que en los años setenta... ¿y qué? - ¿Pedimos la eutanasia voluntaria cuando nos vayamos a jubilar para que el Estado se ahorre nuestra pensión, o qué? - Todos vienen a decir que hay que jubilarse mucho más tarde, lo dicen los que no han doblado el espinazo en toda su vida, y ellos dirán pues haber estudiado, lo suelen decir con toda la caradura que les caracteriza. A ninguno se le ocurre emplear la cabeza y proponer alternativas, porque a mí desde siempre que empezaron a hablar que esta estafa piramidal no funcionaba, o que tal o cual partido se había cargado la hucha de las pensiones, se me ocurrió que las pensiones habría que recogerlas dentro de los gastos del PGE (Presupuesto General del Estado), y que a cada mil euros de ingreso de cada ciudadano le corresponda abonar en impuestos equis para contribuir, como dice La Constitución Española, con los gastos correspondientes a servicios públicos.
Esto es como una gran comunidad, o debiera ser, mantenida o costeada por todos, así que si hay unos gastos anuales se debe dimensionar el cobro en impuestos a los mismos. Eso sí, ajustando la Administración Pública para producir unos gastos sensatos, no que haya miles de cargos inútiles, enchufados, funcionarios que cobran pero que no aparecen en las estadísticas del país, etc. Que haya salarios ajustados y razonables para que el gasto no se dispare ni la deuda pública tampoco. Por tanto, hay que tener un especial celo por trincar malhechores delincuentes de guante blanco con cargo en plaza, porque ellos son los grandes defraudadores de este sistema mafioso y corrupto, y hacerles pagar como al resto de los ciudadanos. Y si un ciudadano paga impuestos, IRPF, etc., por ingresos que entran en casa, que todos los empresarios paguen igual, por ingresos, no sobre beneficios, pues lo equivalente, sería que se llevara la contabilidad de cada hogar y se tributase por la cantidad de dinero que no se hubiera empleado para abonar facturas de la casa, o sea por el dinero que sobrase a fin de mes.
Hay que jubilar a los sesenta si se comenzó a trabajar de niño, pues para entonces ya las lumbares, las caderas y las rodillas están bien castigadas, no así el que haya tenido un trabajo cómodo y poco exigente con los esfuerzos físicos. Que entren a trabajar los jóvenes, y que las pensiones las paguemos entre todos, sin que se nos escapen los chorizos de la élite.
Seguiremos...
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