NI PRINCIPIO NI FINAL

No tengo certeza de casi nada, han pasado demasiadas cosas sobre la Tierra que nos han contado y que los científicos tratan de poder demostrar con sus estudios e investigaciones, pero realmente, yo, aquí sentado y ahora, las desconozco. Durante nuestra vida nos han contado que todo es creado por un Dios, otros nos dicen que es producto de una gran explosión cósmica, el Big Bang, y que a partir de la vida se da una evolución de las especies por mutaciones o adaptaciones al medio, en definitiva, no se como he llegado aquí y casi no se quién soy.

Esto es un dilema existencial, no se si soy un mono evolucionado o un alienígena adaptado, esto es un misterio aunque esté un poco de “coña”. En la antigüedad se hicieron grandes construcciones que según comentan los investigadores, pudieran ser el resultado de una ayuda externa a la Tierra o extraterrestre; porque difícilmente se podrían haber construido hace miles de años, por su grandeza, por su exactitud tecnológica o por la dificultad del transporte y manejabilidad de sus materiales. ¿Somos los terrícolas colonos procedentes de algún otro planeta o sistema solar?, ¿existió en la antigüedad un contacto fluido entre nosotros y los extraterrestres?, por lo menos es para pensarlo.

Yo miro a mis perros dálmatas y me cuesta mucho imaginar al lobo que llevan dentro, comprendo que se dan mutaciones en todas las especies, pero cuántos miles de años o millones han de pasar para que el lobo se vuelva blanco, de pelo liso y con manchas negras. Cuáles han de ser las influencias externas que motivan un cambio tan radical de look, me cuesta creerlo, ¡son tan diferentes!, mejor se entienden los cambios más ligeros como el que se modifique el color de su pelo pero siga teniendo una tipología similar, o sea, que veas a un lobo pero con un manto distinto, bien en color por haber más luz o menos en el territorio donde viva durante miles de años y se adapte, e igual con su largo de pelo, lo veo comprensible. Pero de un lobo a un dálmata hay un tirón bien largo, no digamos de un lobo a un chihuahua, más grave aún si le comparamos con un Bulldog francés o un Teckel; cuesta bastante asimilar mutaciones o adaptaciones que lleven a un animal a ser tan diametralmente opuesto del supuesto antecesor.

Han ocurrido tantas cosas y no me he enterado de nada o casi nada, supongo que con el hombre tiene que existir una explicación similar que diera lugar al hombre blanco, al rojo, al negro y al amarillo. De nuevo me embarga la incertidumbre y tengo que considerar diversas posibilidades: la varita mágica dio lugar a una tipología que mutó o se adaptó, proceden de monos diferentes o, llegaron de planetas distintos y ya para cerrar este mar de dudas me pregunto: ¿Hay un principio y un final o las cosas siempre han sido así, todo ha estado o ha sido siempre?, que cada cual llegue a sus propias conclusiones.