lunes, 9 de mayo de 2016

SIGO SIENDO UN SOÑADOR




Sigo siendo un soñador, continúo pensando que las personas tenemos el deber de crear una sociedad más racional, a la vez que más consciente y amorosa. Esa sociedad debe ser más justa con todos, dando las facilidades para que todos nos desarrollemos y nos desenvolvamos dignamente. Una sociedad mejor es posible, y es nuestro deber pelear cada día para que se transforme la actual, que se muestra decadente y obsoleta, amañada y vergonzosamente dirigida hacia fines concretos, que poco o nada interesan a las personas que nos ha tocado vivir en ella.
Pienso en los demás, me importan sus vidas, tal como me importa la mía, y no les deseo nada que no quiera para mí. Solo entiendo esta existencia de esta manera, proporcional y justa para todos. Lo que tengamos, que sea repartido, que todos podamos coger un trocito de la tarta, y que nos sintamos felices cada día. Que generemos pensamientos positivos y seamos solidarios, generosos, responsables de nuestras vidas y respetuosos con todos los demás. Es un error, desde mi punto de vista y mi sentir, creerse aislado o independiente del resto de los humanos. Somos una misma corriente de energía asistiéndonos a todos en esencia. Somos lo mismo, así que lo primero es darse cuenta, para seguir la dirección de la vida, para fluir con ella, no para destruir ni ir todo el día contra corriente. Debemos aprender a aceptar, y eso es más fácil cuando se está seguro de vivir lo que nos corresponde vivir por naturaleza, y no por acciones desproporcionadas, violentas, agresivas, que se apartan del fondo de amor, inteligencia y energía que somos.
Soy un soñador por que estoy convencido de que las personas se pueden transformar, pueden cambiar, se pueden pulir y hacerse conscientes, vivir más plenamente, pudiendo conseguir la paz interior y viviendo en el amor. Sé que algunos dicen que tal estado no es posible, o solo se puede vivir ciertos periodos cortos de tiempo, quizá segundos; pero yo les digo que estamos equivocados, que hay un centro en nosotros, que cuando lo ocupamos y vivimos desde allí, siendo lo más profundo que somos, emana esa paz y ese amor al que me vengo refiriendo. Y es así, porque en el fondo, en esencia, eso es lo que somos.
Podemos estudiar, y eso está muy bien. Podemos buscar tal o cual trabajo, y eso está muy bien. Todo puede estar muy bien, siempre que no nos olvidemos de nosotros mismos, de quienes somos, y no dejemos de mirar dentro una y otra vez con la intención de ser, cada día más, nosotros. Esto que parece un juego de palabras bonitas, no es solo eso, sino la invitación a ser, puesto que la educación que recibimos es ignorante de todo esto y, por tanto, no incorpora nada que nos de una llamada de atención. En nuestro sistema educativo no hay aldabonazos que nos hagan despertar, solo hay materias que aprender y memorizar. Nuestro aprendizaje es tosco y rudimentario. Aprendemos por temor a las calificaciones, atiborrándonos de datos que son memorizados, principalmente, para aprobar el día del examen; posteriormente, se van olvidando.
En nuestra materia educativa tendrían que estar presentes los maestros espirituales, para impregnarnos de su sabiduría, para practicar sus danzas, sus ejercicios de respiración, meditación, etc., que incrementan nuestra conciencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones