martes, 26 de julio de 2016

AHORA POKEMON GO

                                                          Imagen: www.youtube.com


Lo que voy a escribir no es nada personal, puesto que no conozco a nadie que lo practique, pero habría que comenzar a pensar en qué le está pasando a la gente. Llevamos varios días viendo en televisión a muchas personas, generalmente, jóvenes, teléfono en mano persiguiendo pokemons virtuales en los más variados lugares: iglesias, restaurantes, museos, calles, parques, puentes, etc.
Parecen zombis, cuyo principal objetivo es descubrir y sumar en su cuenta a un pokemon de esos que están desperdigados por las ciudades. Cuando lo encuentran lo celebran como si hubieran realizado la empresa de sus vidas. Pero lo que verdaderamente llama la atención es que una compañía lance una aplicación o un juego y lo sigan, de inmediato, millones de personas que desde ese momento no se despegan de sus móviles y parecen vivir para ello. Es lo que mismo que sucede con los juegos on line, que tienen hipnotizados a la mayoría de los jóvenes y a los no tan jóvenes, que también hay muchos. Comprendo que digan que es un pasatiempo, pero es enfermizo, pues casi todo el tiempo libre que tienen lo emplean en esos juegos, que no le aportan nada importante para solucionar sus vidas. Más bien están perdiendo el tiempo miserablemente, y digo esto, por la cantidad de horas que dejan delante de las pantallas.
A este nuevo entretenimiento o atontamiento le llaman Pokemon Go, si no me ha parecido entender mal, y hemos podido ver a cantidad de gente por todas las ciudades del mundo, caminando, buscando y entrando en todo tipo de lugares para cazar esos iconos virtuales. Creo que nos están manipulando de un modo masivo, nos apartan de las cosas que de verdad importan, nos hacen tener la mirada en banalidades y nos hacen perder el tiempo terriblemente. Un tiempo irrecuperable, que podía aprovecharse para aprender algo, estudiar, practicar, hacer deporte, viajar, trabajar, relacionarse con otras personas, etc. Comprendo que debo estar creando cantidad de gente descontenta con lo que digo, pero desde el punto de vista de padre, se sufre bastante cuando se ven las horas tiradas ante la pantalla del ordenador o del móvil, sencillamente, para estar jugando. A ciertas edades, lo que se ve como más normal es tener ciertas inquietudes más acordes con las necesidades propias de la edad. Sin embargo, observo como pasan los años y nuestros hijos siguen con el muñequito en la pantalla, las explosiones, la lucha… y no sé que cosas más, porque jamás he entendido, ni he hecho ningún esfuerzo por entender esos juegos.
Insisto, lo lamentable para mí, es la facilidad con la que imponen una moda entre la gente. Nos venden la idea que quieren y nos hacen adictos, modificando nuestros hábitos y condicionando nuestras vidas… esto es lo que me parece terrible. Es como si muchos no tuvieran expectativas de ninguna clase, y estuvieran esperando que le pongan a su alcance cualquier tontería de estas para pasarse la vida jugando y perdiendo el tiempo. Duele y mucho ver a tu hijo o hija pegado al ordenador o a su móvil, perdiendo la vista y embebido totalmente en el juego. Le llamas para algo o necesitas hablar con él o ella, y siempre cualquier acontecimiento necesario está supeditado a que él o ella hayan terminado la partida, nunca dejan de jugar para atender el asunto que sea, por delante está el juego, la prioridad es jugar. Se está modelando una sociedad muy rara, ya veremos a donde nos lleva.

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