viernes, 22 de julio de 2016

OBSERVAR Y CRECER




Cada momento es una nueva oportunidad para aprender algo, lo podemos conseguir si observamos la situación, si nos mantenemos tranquilos, abiertos y actuamos. Toda situación pide algo, requiere un modo de actuar, y somos nosotros los que debemos comprender antes de precipitarnos. En esa comprensión puede estar explicita nuestra superación, pues no siempre todo será de nuestro gusto, pero es lo que se está dando y hay que salir de ello, pero debemos hacerlo felices, contentos de haber hecho lo mejor que hemos podido.
Todos nos hemos visto y nos veremos en situaciones que nos han supuesto o nos supondrán un aprieto, pero ¿qué hacemos, nos rendimos, dejamos que las circunstancias nos engullan?- No. Vamos a armarnos de valor, vamos a remangarnos y vamos a actuar. Vamos a buscar una solución, la mejor solución que podamos improvisar para ese momento concreto, seguro que podemos hacerlo. Y estoy seguro porque siempre podemos mucho más de lo que creemos poder soportar, aunque esto no es una invitación a una competición de aguante, pues ya se sabe, si excede cierto límite, te rompes. No hay que llegar a eso, y te estarás preguntando cómo identificar ese punto crucial y peligroso. Si te observas podrás distinguir entre las reacciones propias para librarte del “marrón”, una tensión, un estrés continuado a cada esfuerzo tuyo, una respiración forzada y unas pulsaciones alocadas de tu corazón, es un momento para aflojar, para tomar una pausa y calmarte antes de proseguir. El cuerpo siempre nos avisa para evitar incidentes peores o más graves, es cuestión, como decía antes, de estar observando.
La observación es una clave muy importante, aunque la gente se vuelque a hablar sin ton ni son, impulsivamente cuando no hay nada de qué hablar. Observar es aprender y cuando se aprende, se entiende, y cuando se entiende se llega a comprender, pero primero hay que prestar atención silenciosa a lo que sucede en nosotros y a nuestro alrededor. Todo está unido por cargas eléctricas, por materia, por moléculas y átomos, no existe el vacío, la nada, porque siempre hay algo, hay materia, hay energía. Cuando miramos delante de nosotros y hasta alcanzar con nuestra vista el primer obstáculo o persona próximos, pensamos que entremedio no hay nada, pero no es cierto, hay aire, y este está compuesto por sustancias, por materia, una materia menos densa, pero al fin y al cabo, moléculas y átomos. Este simple ejemplo nos muestra que hacemos una interpretación errónea de algo evidente, físico y demostrable científicamente. Lo mismo nos sucede con otras muchas cosas, por eso no debemos ser tan “rápidos”. Ser impulsivos nos pierde, nos hace meter la pata, como vulgarmente se dice.
Cuidemos lo que hacemos porque, al estar todos unidos a través de esa energía, nuestros actos tienen repercusión en los demás. Esto es algo a tener muy en cuenta, para que aprendamos a ser mucho más prudentes, y contemplemos que los demás también existen, y que pueden ser victimas de nuestras acciones. Si yo cojo una toalla por un extremo y la sacudo, el borde contrario de la toalla sufrirá una sacudida propagada por el resto de la materia textil que la compone, aunque no hayamos actuado sobre esa otra parte. Igual sucede en la vida de cada uno de nosotros, todos nuestros actos tienen una cierta propagación provocada por el mismo movimiento de energía requerido para efectuar la acción, que alcanzará a otras personas. No digamos de los pensamientos, una propagación de energía algo más sutil, que también será recibida por los demás. Es por ello, que muchos sabios nos invitan a ser más silenciosos y a cuidar mucho más de lo que hablamos y pensamos.
Podemos ser mucho mejores, y yo lo que quiero es que así sea en todos los ordenes de la vida, pues es la única manera posible, para mi entender, de que alcancemos la plenitud interior, la felicidad. Fijaros cuan difícil es tener estos sentimientos y alternar con la crueldad de algunos, que no es más que estar totalmente cerrados y ciegos, equivocados totalmente del objetivo de la vida, del sentido de la inteligencia y negados al amor. Principios o normas sobre los que se deben construir todo cuanto hagamos, nuestra sociedad y el resto, porque todos somos la humanidad y el propósito debería ser el mismo para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones