El asunto de las Coca-Colas de
Ramón Espinar de PODEMOS es, como mínimo, feo. Ya estamos de acuerdo que no es
lo mismo tomarse dos Coca-Colas, que robar como lo están haciendo otros. Pero
es que a la juventud de este político ya se suman dos causas: la de la venta
del piso de protección oficial y ahora el de estas bebidas azucaradas. El tema
de estos refrescos no tendría importancia alguna, si no fuera porque Ramón se
encuentra, aparentemente, luchando al lado de los trabajadores de dicha marca
de refrescos, y uno de los lemas que exhiben en la lucha es: “No bebas Coca-Cola”,
y él en incoherencia total, se sienta en un bar y se pide dos, ¿acaso no pudo
pedir dos Pepsis? ¿Qué significa este gesto?, pues que está en ese símil de
lucha para hacer ruido o hacerse la foto, algo para lo que los políticos de
todos los tiempos se las han arreglado estupendamente, pero que de sentimientos
y convencimiento, nada de nada.
Ya lo dije cuando el asunto del
piso, todo el mundo tiene derecho a vender y tratar de sacar dinero a su
inversión, pero si eres político has de saber que tienes cincuenta focos encima
y que te están mirando con lupa todo lo que haces, para sacar trapos sucios al
primer despiste. Si el piso era de protección oficial, no tenías dinero para
comprarlo ni pagarlo y tu padre estaba enredado en lo de las tarjetas black de
Caja Madrid… ¡apártate!, te facilitaron el entregar el piso a la inmobiliaria y
recuperar tu dinero, pero decidiste vender y ganarle casi treinta mil euros,
¿no tienes suficiente con el sorprendente sueldo de senador? Ahora nos sales
con el paripé de la lucha junto a los trabajadores de Coca-Cola, ¿para qué?,
¿para hacer ruido, para que se te vea al frente de una causa en la que no
crees? Es lo que has demostrado, porque cuando uno está convencido de lo que
defiende y por lo que lucha, jamás hubiera pedido dos refrescos de la marca que
está haciendo perder derechos a sus trabajadores o que les ha dejado en la
calle. Ramón, la incoherencia te ha perdido y ser político de verdad es otra
cosa, es algo más que ser un bocazas, hacerse fotos, ir a platós de televisión
a soltar una verborrea y decir defender una causa haciendo todo lo contrario.
No tengo nada personal contra
esta persona, pues no le conozco de nada, pero es indigno de seguir
representado a parte de la población… es inmaduro para estar en política, y
está porque como vemos el circo político no hace feo a nadie, cualquiera puede
caber, cabe el delincuente, el mentiroso, el deshonesto, el caradura, el sinvergüenza,
el ladrón, el chaquetero, el pelota, el tonto y todos los cómplices que están
alrededor. Ya lo dije en la otra ocasión, Ramón debería dejar la política y
seguir con la que sea su profesión, debería dar ejemplo y no meter más gambas,
como se suele decir vulgarmente. Y si Ramón debería estar fuera de la política
y lo defiendo, imagínense lo que pienso de todos los “profesionales” de la
política que están metido en mierda hasta los ojos… hay muy pocos que se salven
de la criba, solo tienen que ver el recién llegado Zoido (Ministro de
Interior), mintiendo a la primer de cambio, ¡no valen!, son degenerados, son
gente sin principios ni valores, son caciques. Toda esta patulea no nos va a
arreglar nada, seguiremos con el paro, los trabajos seguirán igual de
precarios, los políticos nos seguirán robando como vienen haciendo desde que
nos gobiernan, y la democracia será una dictadura en cubierto… ellos dictarán y
nosotros tendremos que obedecer., como viene siendo desde 1975. Antes, ni
digamos.
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