Imagen: ideofilia.wordpress.com
Lo último del nuevo orden antidemocrático español es el intento de censurar lo que el Gobierno entienda no es información veraz. Hemos ido de la ley mordaza del PP, a los estados de alerta imaginarios, pasando por la separación y distanciamiento de la población como manera de desarmar la potencia o el poder, que probablemente pudiera tener la sociedad siendo un conjunto, para llegar a esto que quieren implantar… la censura autoritaria y totalitaria.
Es la maniobra de hacer perder a la población su derecho a la libertad de expresión, pensamiento y opinión. Nos acercamos a la sociedad china, primero nos infectan con el virus, nos empobrecen, nos imponen medidas humillantes que tenemos que atajar y, ahora, nos quieren callar definitivamente. ¿Para cuándo las cámaras de control facial en todos los rincones de las ciudades? ¿Para cuándo las aplicaciones obligatorias en los móviles para conocer exactamente con quiénes nos reunimos, dónde estamos y qué hablamos? ¿Cuánto falta para que capen el Internet al que podamos acceder? ¡No hay derecho a que una minoría política siga arrodillando a toda la población de un país! ¡Abajo el poder que se autoconceden los gobernantes del mundo! El Gobierno quiere evitar que haya voces que pidan esto, que alcen la voz para despertar mentes dormidas contra el efecto de atontamiento de los mensajes del régimen totalitario. Un Gobierno incapaz de soportar la libertad de expresión de su pueblo es indigno de seguir gobernando a ese pueblo. La capacidad de deducir, razonar, pensar y descubrir la verdad de cada uno, es de cada uno, no se puede dejar en manos de los que nos traicionan desde sus puestos de poder. Llegó el COVID y solo ha servido para meter el miedo en el cuerpo de la gente, empobrecernos como sociedad, obligarnos a la fuerza a distanciarnos y arrodillarnos ante el temor de contagiarnos. Me imagino que la gran mentira del comité de expertos inexistente, debió ser la gran verdad y prueba de la magnífica transparencia de lo que pretende sea la información y su lucha contra las feak news. O sea, toda una ejemplar actuación de lo que ahora desea erradicar. Ellos, los del gobierno, se permiten mentir y traicionar al pueblo, pero no nos dan libertad para pensar y decir lo que nosotros y nosotras queramos, mucho menos ejercer el derecho a la crítica.
Vengo diciéndolo desde hace tiempo, los políticos son un mal que lastra el progreso de nuestra sociedad. Roban demasiado, traicionan demasiado, están a lo suyo y a lo de sus partidos, tanto, que se olvidaron de la ciudadanía. Esto es un régimen oligárquico cerrado, los privilegios son para ellos, las deudas para todos, la pobreza y los palos para nosotros… ¡un mal reparto! Ellos se pasan los mandatos tramando planes con empresarios, multinacionales y banqueros, asegurándose sus jubilaciones doradas y millonarias, dándoles ventajas a pesar que ese hecho pueda perjudicar al país y a su gente. Pasan las legislaturas representando el show de tirarse los platos a la cabeza para tener entretenidos a los más adictos al Sálvame Político. Su ineptitud les impide hacer del país algo fructífero para todos, autosuficiente y capaz de dar empleo a la gente. Prefieren continuar la senda de ser subvencionado por el BCE, aunque el país nunca jamás sea capaz de levantar cabeza y se encuentre asfixiado de tanto pagar intereses por la deuda contraída.
La sociedad española está paralizada por el veneno político y la espada de Damocles del miedo a las sanciones, esa manera de mantener al ganado obediente, pero no juntos como ya hemos visto. Rajoy sí que se saltó el confinamiento, como las cámaras nos mostraron a todos, lo que no ha trascendido nada es del tipo de castigo o sanción que, seguramente, nunca le impusieron. En este régimen están los que son de ellos, a bastante distancia todos los demás. El sistema protege a los suyos valiéndose de jueces y de todo lo que haga falta para lograr la impunidad a la que nos tienen acostumbrados. A partir de ahora no nos enteraremos de lo que ellos no quieran, darán una versión de los hechos, que será la que debamos saber y creernos. Todos ellos serán muy buenos y su corrupción quedará en el silencio. Quieren callar la boca de todos aquellos que se atreven a contar la versión de los hechos sin maquillaje, o que puedan hacer desconfiar a la gente de los políticos y las Instituciones.
El pueblo español pensante ya desconfía de lo que hay, con mordaza, con censura o sin ellas. El pueblo español sabe que habéis gestado un sistema vergonzoso que le saquea desde hace años. El pueblo español está harto de ustedes y falta poco para que no os haga ni puto caso cuando le convoquéis a las urnas, porque está convencido que salga quien salga, el sistema se encarga de hacerle pasar por el tamiz de la mentira. ¿Cómo es posible que pretenda abanderar la transparencia, la verdad informativa y la decencia, quien no la tiene ni la practica?
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