Imagen: www.gndiario.com
Por los casos que van llegando a mis oídos, resulta que alguien que da positivo, pero no muestra grandes afecciones, lo mandan a casa durante diez días y, posteriormente, le dan carta blanca para incorporarse a sus obligaciones, sea trabajar, acudir a las aulas, etc., ¿alguien comprobó, de nuevo, en qué estado está esa persona tras esos diez días de confinamiento?, ¿está limpia, se confinó realmente?; tal vez, tengamos ahí una de las causas fundamentales de contagio incontrolado de nuestra sociedad.
Aunque hay muchos que defienden que los test que hacen son poco fiables y no quieren decir que un positivo sea una persona infectada por COVID, ya que se basan en eso para diagnosticar, podrían ser mucho más cuidadosos. Quiero decir, que lo correcto sería hacer un test, y si la persona da un resultado de positivo, tomar las medidas que se crean oportunas, pero antes de volver a reunirse con más gente debe pasar un nuevo test en el que deba dar negativo. Mientras tanto, esa persona ha de ser responsable para empezar y, por otro lado, deben actuar los mecanismos de rastreo para conocer en todo momento que el confinamiento se está realizando sin ningún género de duda; como si hiciera falta aplicarle una pulsera de localización y los rastreadores dieran cuenta al instante de los posibles incumplimientos. O funcionamos así, con seriedad y rigor, o esto no hay quien lo pare y nos vamos todos al garete, porque cuando la economía se hunda más de lo que está, ya me dirán en qué vamos a trabajar y cómo vamos a llevar un sueldo a casa para vivir. España está quebrada desde hace años, hace mucho que España debe una barbaridad de miles de millones más otra barbaridad de intereses. Además, según me consta por un video del economista Santiago Niño Becerra, todos los países que forman parte de la UE tienen firmado un acuerdo por el que al final del presente año, el déficit de cada país no puede rebasar el 0,5 % y la deuda pública no puede exceder el 60 % del PIB, imaginen qué tiene que suceder en la economía para rebajar la deuda a esos niveles cuando andamos más allá del 100 % del PIB… ¡los recortes, las bajadas de salarios, van a ser tremendos, así como la subida de impuestos! Pero si encima tenemos el temporal gris tirando a negro muy negro, seguramente es para pensar en que nos convertiremos en una colonia de alguna nación poderosa que nos compren, que se haga cargo de nuestras deudas… ¿se imaginan todos teniendo que aprender chino?
No sé si China sabrá jugar al billar, pero en esta tirada ha hecho carambola a tres bandas como poco. La escapada del virus ha puesto en jaque al mundo entero, nos tiene a todos semidesnudos y con expectativas de terminar con una mano tapando lo de delante y otra lo de detrás, sometidos al régimen comunista de las cámaras controladoras, bajo una dictadura férrea. A todos nos ha dejado desestabilizados, enredados, corriendo de un lado para otro tratando de hallar un remedio para el mal, cuando sin saber muy bien qué han hecho en China, todos los chinos han vuelto a hacer vida normal sin contagios aparentes; cabe preguntar: ¿tenían el antídoto?
Esa situación de dominio o abuso oriental parece no importar a ningún gobernante mundial, tan solo parecía interesar a Trump, pero ya las elecciones y las componendas de las mismas, le han quitado del primer plano. La OMS y la China vuelven a sentirse cómodas sin que nadie cuestione sus tesis y sus imposiciones o las repercusiones de las mismas. Todos los gobernantes mundiales están por el negocio de la industria farmacéutica, todos están engrasando a dicha industria, todos ponen dinero para algo que todavía no existe sino que se investiga. Un algo que pretenden usar sin las garantías plenas y donde nadie se hará responsable de las consecuencias o efectos secundarios que pudieran manifestarse meses después de las vacunaciones. Hasta este momento para sacar a la luz una vacuna con garantías se necesitaban ocho o diez años, completando todas las etapas de pruebas y contrapruebas, ¿cómo pretenden inyectar una vacuna efectiva y sin riesgos para la salud en solo un año?, ¿ha ocurrido un milagro?, ¿los anteriores investigadores se tiraban a la bartola, nos estaban robando, o qué?
Volviendo al principio, diré que hace falta un mayor y mejor control de los “infectados” antes que vuelvan a reunirse con el ganado, por hacer uso del término que todos hemos ido aprendiendo con las declaraciones de los científicos, así con las del filósofo puesto al mando del tema de salud y sanidad en este país, seguramente porque no habían científicos, biólogos, investigadores y médicos con experiencia suficiente en el campo de la medicina, las epidemias, etc., es por ello, que seguramente el mejor era el Ministro Illa, el filósofo… ¡esto es de vergüenza!, y no porque el hombre no sea válido, pero en su especialidad, no para ocupar un cargo del que no tiene ni puta idea. Un Presidente de Gobierno que hace eso, es un incompetente con todas las letras, ¡ya está bien de dar carguitos por años de militancia en un partido!
No hay comentarios:
Publicar un comentario