jueves, 30 de agosto de 2018

BAJO LA DICTADURA DE LOS GOBERNANTES



Gobernar no debe ser una tarea fácil para nadie, quizás por eso es más recomendable que la ciudadanía mande y el gobernante sea un actor necesario para coordinar las acciones a acometer para conseguir lo que la gente quiere. No obstante, en ese modus operandi el gobernante se siente desposeído del mando y no quiere, porque no viene para servir a la ciudadanía sino a mandar, el gobernante quiere decir lo que la ciudadanía tiene que hacer. El que viene a gobernar, desea el éxito, la foto, destacar, que se hable de él, quiere ordenar y hacer que el pueblo obedezca al tiempo, que inevitablemente, se convierte en actor necesario pero de los poderes monetarios, porque estos sí les dan otros beneficios, les hacen rentables los años de críticas de la ciudadanía por su mala gestión.
Hay que imponer un sistema de democracia real, en la que las decisiones las tome el pueblo, la ciudadanía, no una minoría como viene sucediendo a pesar de que nos digan que ellos representan a los que les votaron… ¡eso vuelve a ser mentira! Los gobernantes se deben a aquellos que les pagan bajo cuerda y les ofrecen un futuro mejor para ellos y sus familias, por eso sucede lo que sucede con los grupos de inversión, con los grandes empresarios y con ciertos banqueros. Por eso, ningún Gobierno persigue fiscalmente a los poderosos, ni les hacen pagar en la misma proporción a sus ingresos, tal como nos hace pagar a los que menos tenemos. Ningún Gobierno es lo suficientemente valiente, ni tiene el coraje necesario, para atajar el fraude fiscal, la evasión de capitales, el blanqueo de dineros y todos esos montajes, que se ha dado en llamar ingeniería fiscal, para pagar poco o casi nada. Ningún Gobierno se ha atrevido a hacer una ley de expropiación industrial para cuando una empresa con beneficios quiere, alegremente, dejar en el paro a un montón de personas porque quiere deslocalizar su fábrica y llevarla a latitudes donde a las personas se les puede explotar descaradamente sin que ninguna autoridad mundial interceda por esas criaturas.
Estamos siendo gobernados por la cobardía, y cuando esto sucede, las miserias son siempre para los mismos… para los que menos tienen. No tenemos autoridades que nos protejan, esa gente juega a otra cosa, tengo que llamarle de juego, porque ellos se vanaglorian cada vez que pueden echándonos a la cara de que hay que respetar sus reglas del juego… las suyas, no las nuestras: fueron ellos los que convinieron una transición de la dictadura de un dictador a la dictadura de un gobierno con apariencia democrática, pero que todos sabemos que unos pocos dictan y cuarenta y ocho millones obedecemos. Unos pocos regalan o despilfarran nuestros dineros y los cuarenta y ocho millones, respondemos. Unos pocos secuestran a la justicia, y la impunidad es para ellos. Unos pocos deciden que se deben rescatar bancos o autopistas, o indemnizar a grandes empresas por conceptos turbios y poco entendibles, al tiempo que se desahucian personas o se mantiene a familias sin ingresos y sin empleo. Esto sigue siendo una dictadura, si quieren de otro orden, pero a efectos reales… una dictadura (unos pocos deciden, la totalidad del pueblo obedece). ¿Qué preocupación por los problemas de la ciudadanía tiene un presidente, que acaba de aterrizar en el Gobierno de la nación, y se va a hacer las américas de gira veraniega, en lugar de estar encerrado y trabajando duro con todo su equipo para poner fin a los problemas que él sabe nunca se van a solucionar? Pero nunca se van a solucionar, porque son parte de las reglas del juego del sistema, marcadas por los adinerados. Gobernar es otra cosa bien distinta, y lo lamentable es que se suceden personajes que hacen, aproximadamente, lo mismo: fastidiar a la gente, llevarse el dinero de todos, enriquecer a sus amigos, privatizar empresas públicas rentables, hacer negocios ajenos a los intereses públicos, reprimir a la población con sus leyes y empeorarle su situación económica.
Siempre será así mientras nos gobiernen equipos de cobardes e inútiles, por eso mejor que nadie nos gobierne, que somos mayorcitos, nos gobernamos nosotros, decidimos nosotros que somos los que pagamos. Aunque evitar el caos y remar todos en la dirección de nuestro beneficio, del de todos, evitando que queden marginados y rezagados; va a costar mucho, debido al nivel educativo general y al egoísmo exacerbado de muchos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones