Ya sé que es la ley, pero a mí no
me basta con eso, no veo con agrado que un etarra con 40 muertes a sus espaldas
se vaya tan pancho a su casa con su familia, cuando ninguna de las cuarenta
víctimas suyas tiene el mismo privilegio o derecho que él. Creo que ha estado
treinta y un año encerrado, por cuarenta asesinatos, ni tan siquiera ha llegado
a cumplir un año por cada persona asesinada, de verdad… ¿tan poco valían las
vidas de sus víctimas?
Me refiero a Santi “Potros”, que
sale con setenta años, en perfecta forma física como pudimos ver en las imágenes
servidas por televisión, y ninguna señal de preocupación por su vida futura.
Supongo, que como se sabrá respaldado por la ley, pues tengo entendido que
cuando salen de prisión tienen derecho a cobrar una ayuda, porque hablar de
jubilación, cómo se va a jubilar si ha pasado la que tendría que ser su vida
laboral, entre rejas.
Es muy indignante el asunto, la
ley es ridícula y nada proporcional a la gravedad de los delitos cometidos. En
España matar es económico, no es una carga demasiado pesada para los asesinos.
Incluso el drogadicto o borracho que va al volante y mata a varias personas,
tan solo puede ser condenado a un máximo de cuatro años… esta es la ley
española, será que no les mató el conductor o conductora sino las drogas o el
alcohol por su cuenta. Se meten en tu casa y no les puedes echar, eres el dueño
y te quedas en la calle… la ley protege al okupa. Cuántas personas son
atracadas por un individuo que ha sido detenido cuarenta veces, pero como
comete hurtos, robos de menor cuantía pues hay que dejarlo libre para que siga
extorsionando a la ciudadanía de bien. Te roban el coche y dice el juez que no
ha sucedido nada, que es un objeto abandonado en la vía pública. Que van a
juzgar a una partida de mafiosos políticos, pues se organiza un robo de
documentación en cualquier juzgado y se silencia todo el asunto… no hay
pruebas, no hay caso.
Cuando alguien cobra de nosotros
para solventar estas historias, entre otras, y no lo hace nos está robando, nos
está traicionando, que parece ser el deporte político nacional y no pasa nada.
La ley… ¡maldita ley!, es vieja, no sirve, se burlan de ella, nadie la modifica
por miedo a ser juzgado en el futuro, mejor que haya leyes inútiles como las
que tenemos, así se logra la impunidad con mayor facilidad. Mientras tanto, los
que roban siguen disfrutando de la vida y de nuestros dineros. Los asesinos se
van a la calle porque las condenas de 3000 años, como fue el caso de este
personaje Santi “Potros”, se queda en un suspiro de treinta años, que ya sé que
son muchos años para permanecer encerrado, pero solo él se lo buscó, todos
podemos ir asesinando gente por ahí, prueben, compren en el mercado negro una
pistola y a disparar, pero no lo hacemos, tenemos otros principios. Pero cuando
matas no por accidente sino premeditadamente, califíquenme como quieran, tú no
tienes derecho a volver a salir a la calle, porque como digo siempre, tú has
privado a tu víctima de hacerlo. No hay equidad, tu precio es perder la libertad
hasta el final de tus días. Yo no digo que te cuelguen, que te lo mereces, pero
que no puedes salir ni un solo día a la calle… eso es justicia para mí. Sin esa
contundencia en las sentencias, los malos ganan siempre y se salen con las
suyas.
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