Si no hubiera nada, no habría nada sobre lo que reflexionar, ¿no os parece? Es incomprensible que un Presidente de un país, deje sus funciones abandonadas por supuestos bulos de la derecha y la ultraderecha, o por "mentiras" publicadas en los medios. Si fueran mentiras un Presidente de un país no se afectaría, cuando están acostumbrados a decirse perro judío en ese espacio circense, que se ha dado en llamar Parlamento o Congreso de los Diputados. El dictador Sánchez no puede hacer lo que quiera y cuando quiera, ya cedió el Sáhara a Marruecos sin consultar a nadie, ya legisló a golpe de decretazos aprovechando la plandemia, sí está escrito a propósito: plandemia.
En cuanto te pillan con las manos en la masa, lo que toca, según Sánchez es reflexionar, hacerse la víctima, revolucionar al personal afín para que grite y ocupe las calles, para que lloren su pérdida, para que le supliquen la vuelta. La jugada es de ajedrez, hasta podría driblar la amnistía con la que tanto ruido ha dado, y de la que tanto se ha valido para continuar en el poder, concediendo a independentistas todo lo que le han puesto sobre la mesa y por debajo de ella, que es aún más peligroso y costoso para el resto de España, porque nadie ponga en duda que todas las regiones pertenecen a España, y que en todas debieran regir las mismas leyes, los mismos acuerdos, beneficios para la ciudadanía, igual reparto de poderes, industrias, etc. En todos lados de este territorio debiera tener mayor peso la lengua española, y por supuesto que se hable en segundo lugar la propia de cada región o Comunidad. Pero todo se ha desvirtuado elecciones tras elecciones por los intereses de aquellos que les faltaron algunos votos para ejercer la mayoría. Pactaron con unos y otros a conveniencia, lo que propició que los valores, poderes y beneficios cambiaran de una parte a otro de España. ¡Es de vergüenza!
Volviendo al tema que nos ocupa, quien no tiene nada que temer ni ocultar, no se retira a reflexionar y presionar por aquí y por allá para que a su esposa la dejen tranquila y se retiren los cargos contra ella, las acusaciones de haber beneficiado a tal o cual individuo, que a su vez también le benefició a ella, etc. Lo que sucede es que no son simplemente favores, sino beneficios en forma de millones de euros que después pagamos entre todos, además de engrosar la deuda pública. Repito el estribillo de la canción: Si no hubiera nada, no habría nada sobre lo que reflexionar. Esto es una nueva tomadura de pelos al pueblo español, todo el año se llevan los de unos partidos embarrando el terreno, y éste no es un motivo tan destacado como para parar el partido, tan solo hay un singularidad que el juego sucio lo tiene Sánchez en casa. Pero él como presi y marido, además de querer mucho a su esposa, como ha remarcado en el escrito informal en las redes sociales, ha intervenido, estaba en los Consejos de Ministros tomando decisiones a favor de ciertos personajes y empresas que su esposa recomendaba y apoyaba, si eso no es tráfico de influencias, debe de rozarlo. Si no hubiera nada, no habría nada sobre lo que reflexionar.
Este país ha tenido y tiene muchos traidores que lo saquean continuamente, y faltan leyes que se apliquen con contundencia contra ellos. Los españoles estamos hartos de ladrones que se sirven de sus puestos públicos y colocaciones a dedo para expoliar lo que es de todos. Personajes de todos los apellidos que escapan de la justicia, porque verdaderamente está ciega, pero no para juzgar a todos por igual, sino para no ver lo que hacen esos malhechores. Hubo un programa de televisión hace años, conducido por el Gran Wyoming, Caiga quien Caiga, y hace falta que llegue ese momento: castigo a los que roban y prisión severa hasta que no hayan devuelto todo lo robado o dejado de abonar, y no que se les inhabilite por unos años, sino que no puedan volver a ocupar un cargo público o, volver a desempeñar un trabajo en la Administración Pública.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario