miércoles, 10 de mayo de 2017

VÍCTIMAS INOCENTES

                                                    Imagen:www.20minutos.es


¿Recuerdan la noticia de hace un par de días, aquella en la que una joven de veintiocho años, bebida y drogada se cambia de carril y con su vehículo embiste a un grupo de ciclista? Creo que mató a dos personas e hirió de gravedad a tres más, tan solo el que iba primero vio venir el coche y pudo esquivarlo. ¿Cómo se paga esta fatal imprudencia? No hay forma humana de resarcir la muerte de esas personas, sus proyectos, sus futuros, lo que les gustase, etc., ya no tendrá continuidad. Sus familias no les verán más, no podrán seguir disfrutando de su amor, de sus caricias, de sus besos, de su presencia y de sus bromas; porque alguien de una forma cruel e insensata se atiborró de lo que quiso, nadie se mete en ello, era su libertad, pero no fue responsable. ¿Quiero decir que hay que prohibir el alcohol o las drogas? No, no estoy queriendo decir eso, cada cual que haga lo que crea debe hacer en su vida, pero que lo haga de un modo responsable y para sí, que no comprometa a nadie más.
¿Qué castigo debe imponérsele a esa joven que pudiera compensar el luctuoso acto? En realidad, ninguno, no hay condena que compense lo que hizo. El dolor que ha producido va por otro lado, al margen del proceso judicial, seguro que algunos de los familiares de las víctimas quisieran que nunca saliera de la cárcel. Aun así, no pagaría nada de lo que hizo. Lo paga según un código de leyes, pero a nivel de la pérdida y, sobretodo, de aquellos a los que les han sido arrebatados los suyos, no hay consuelo por mucha cárcel que se chupe.
La vida tiene esto, es inestable en sí, la sucesión de instantes o situaciones es siempre nueva y diferente. Podríamos decir que la vida envuelve un cierto peligro, o que la vida contiene a la muerte, que es parte de la misma; de alguna manera es así y, a veces, se producen conexiones fatales como la que ha sucedido: unos ciclistas por el arcén de una carretera, justo en el instante, en que la chica pierde el control del coche y se va contra ellos. Si hubiera sucedido unos segundos más tarde, el grupo de ciclista hubiera pasado y no hubiera ocurrido nada de lo que estamos hablando. Por tanto, tengo que pensar que hay una coincidencia en el tiempo, eso ha sido evidente, pero siempre me aborda la pregunta pertinente, sobretodo, para los más creyentes: ¿por qué no unos segundos antes o, unos segundos más tarde? Estamos en peligro constante de las reacciones o acciones que puedan realizar los demás, de la coincidencia de espacio y tiempo, ¿por qué, porque estaba escrito, porque hay un destino? Esto lo mencionan muchos, yo creo que no es así, aunque los hechos nos demuestran que lo que sí existe es la coincidencia de espacio y tiempo. Si estás donde va a suceder el hecho, al tiempo que acaece, eres testigo de lo que ocurra y posiblemente te puedes ver afectado… todo es pura casualidad. Ese es mi punto de vista, no hay nadie preservándonos del peligro salvo nuestros propios miedos, o el haber tomado una decisión en lugar de otra. ¿Qué justifica que haya víctimas inocentes?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones