Con la aparición del cadáver del
niño Gabriel, las redes sociales andaban revolucionadas, por un lado expresando
el dolor de lo sucedido y por otro lado, los más esnobistas, aprovechando para
indicar que no se debe desear la cadena perpetua o la muerte como algunos se
aventuraban propasándose, al menos, con lo de desear la muerte al culpable, en
este caso, a la presunta culpable, la actual pareja del padre de Gabriel.
Volvemos al debate de la prisión
permanente revisable, que en estos casos, en mi opinión, viene como anillo al
dedo. Creo que es el castigo que corresponde a tan brutal acto de infamia
cometido, por el que se le arrebata la hermosa vida a un inocente infante. A
Gabriel se le ha quitado todo: su futuro, sus juegos, sus decisiones para haber
llegado a ser la persona que hubiera preferido ser… se le ha asesinado, ¿no es
suficientemente importante como para que su asesino o asesina, quien fuera, se
pase toda su vida encerrada/o?, ¿Gabriel va a volver a ver la calle, por qué su
asesino/a, sí lo va a poder hacer? Esto es a lo que deben contestar esos y esas
esnobistas.
A las leyes de este país les
faltan una vuelta, un giro, para llegar a ser justas con según qué casos. Hay
demasiadas cosas que están legisladas a medias para consuelo y salvoconducto de
ciertos delincuentes y sinvergüenzas… los políticos lo saben muy bien por ser
principales benefactores de ese principio de presunción de inocencia y de la
correspondiente prescripción de delitos. También del poder que se han otorgado
los políticos a sí mismos de poner y quitar jueces y fiscales. Lo hacen a
conveniencia para que les juzguen los más afines a sus partidos, buscando las
condenas más leves o la absolución, como ocurre con frecuencia. Esto no es
justicia, los políticos se pasan de listillos y hacen leyes para listillos,
sinvergüenzas y maleantes. Todos ellos suelen salir bien parados de sus
sentadas en el banquillo de los acusados, se montan historias imposibles y
falsas, quitan documentos de en medio, los roban de juzgados y de los archivos
de las empresas públicas que van a ser investigadas. Se mueven por los
interiores de los más diversos edificios oficiales, como periquito por su casa
y nunca hay pruebas de esos robos: las cámaras no funcionan, la alarma aquel
día “casualmente” no se había conectado, nadie les ha visto, el caso es que los
documentos incriminatorios han desaparecido y el caso se queda sin pruebas,
incomprensiblemente.
Este es el injusto sistema con el
que nos hacen comulgar, cómo no vamos a ser las personas sensatas:
antisistemas. Cómo no vamos a tener esos sentimientos contra el sistema
corrupto y mafioso instalado en las Instituciones españolas, ya lo envuelvan en
banderas nacionales, le llamen constitucionalista, lo arropen como a un niño
chico y le canten una nana. No lo queremos, nos lo han colado con Casa Real y
todo… más gente a la que alimentar, si éramos pocos… parió la abuela. Hay
presupuesto para asegurar una vida parasita de miles de gentes en este país que
han militado muchos años en formaciones políticas, a los que les han buscado un
carguito, muchas veces a dedo. Hay presupuesto para sostener una Casa Real, la
nueva y la jubilada, pero no hay dinero para seguir teniendo los servicios
públicos de primera de los que hemos gozado años atrás. No hay dinero tampoco
para pagar pensiones dignas y la Ministra Bañez se nos deja caer con la famosa
carta anunciadora de lo bien que va España y que por eso le van a subir a
nuestros mayores pensionistas un vergonzoso 0,25%. Los cuerpos de seguridad,
que tan importantes son para el país, según se les llenan la boca a los
constitucionalistas, tampoco hay dinero para igualarles sus salarios a los de
las policías autonómicas. Para lo esencial e importante para la población en
general no hay más dinero, aunque el gobierno mafioso sí saque dinero de la
cartera cada vez que se trata de socorrer a uno de los que hace negocios con él.
No tenemos un Gobierno sino un holding de negocios, es un lobbing de los grupos
de inversión y financiero, consintieron las preferentes, ahora están en la
venta de los planes de pensiones privados, han pasado por la venta de la
sanidad, igualmente, privada, etc. La justicia no nos vale tal como está funcionando,
tampoco el tramposo y traidor gobierno que tenemos.
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