DESCONFIANDO DE LOS POLÍTICOS

Culpo de todo a los gobernantes que hemos tenido y tenemos, lo hago porque si ellos se otorgan todo el poder para mover las fichas con sus leyes y sus decretos leyes, son los responsables de llevarnos a donde estamos y de tener la situación que tenemos.

Sé que muchos dicen que la ciudadanía es culpable por hacer tal o cual cosa, como ya nos dijeron: “por vivir por encima de nuestras posibilidades”, pero lo cierto es que son ellos, siempre han sido ellos los que han vivido por encima del resto de los mortales. Son ellos los que se han procurado mil y un privilegios, son ellos los que tienen salarios muy por encima de la media de los trabajadores de este país… ¡qué nos van a contar!

No confío en los políticos porque para hacerlo tendrían que desnudarse y dejar de mentir, que es lo que saben hacer muy bien. Están para la foto, todo su objetivo es cada día convencer a un mayor número de personas para que les voten en las próximas elecciones, se llevan todo el día corriendo la carrera de los votos, mientras la gente padece la miseria de los trabajos precarios, del desempleo, de las pensiones que más bien parecen limosnas, de la traición de los gobernantes que pagan dos o tres veces el valor de las adjudicaciones, etc. Ya se tiene una sensación de que siempre está uno diciendo las mismas cosas, pero es que los políticos no se mueven de la senda del sistema corrupto que han levantado para valerse de todos nosotros, que es lo mismo que decir: valerse del dinero de todos… esto lo saben hacer muy bien.

La ciudadanía se debe movilizar por millones para que sea tan apabullante, que de esa forma los políticos lleguen a entender que no estamos con ellos, al menos no con los que gobiernan o se asocian para hacerlo, si los resultados son estos. Si esto fuera insuficiente, que nunca lo es, las movilizaciones masivas no dejan indiferentes a los que pretenden mandar y seguir haciéndolo, habría que buscar la forma de que los dineros no les llegaran, haciendo un boicot a los pagos, a los impuestos, desobedeciendo masivamente sus mandatos: la fecha de hacer la declaración de la renta, la fecha para pagar el IBI, la de los vehículos a motor, etc. ¡hay que parar el país!, porque marcha hacia la destrucción económica, laboral, de los derechos de las personas y hacia la imposición del capitalismo más despiadado, cruel e inhumano.

El mejor reparto de las riquezas es necesaria para que podamos vivir todos, no unos pocos. El uso de la inteligencia con buenas dosis de amor es imprescindible para llegar a buen puerto. Las personas y sus circunstancias han de estar por encima o por delante de los beneficios de las grandes corporaciones y, para ello, los gobernantes han de divorciarse de los empresarios y los banqueros, cada uno en su casa cumpliendo con sus funciones, pero no churras y merinas todas juntas. Esos revueltos nos han llevado a la ruina de la población más humilde. No se puede montar un sistema, como el que han montado los que han gobernado y gobiernan en este país, que pisotee a las personas.