sábado, 17 de agosto de 2019

ALGUNOS CREEN QUE LOS POLÍTICOS GANAN POCO

                                                         Imagen: www.elmundo.es

Una entrevista concedida por Juan Marín, de Ciudadanos, Vicepresidente actual en el tripartido de derecha de la Junta de Andalucía, al diario El Mundo, dio como titular el siguiente: "Altos cargos y consejeros cobran poco. Y, si quieres a los mejores, o les pagas bien o no vienen".
En dicha entrevista, Juan Marín decía que ganaba poco, 3.743 € al mes en concepto de salario y 1.100 € para alquiler de vivienda por ser de Granada. No obstante, dice que con esos 1.100 € no le llega, o sea, que tiene que poner de su bolsillo 500 ó 600 euros… ¿no sabe cuánto paga de alquiler?, o son 500, o son 600 euros, al menos que nada de eso se ajuste a la realidad. No habla nada de las prebendas habituales de cualquier político, tampoco nombra las dietas por asistencia a sesiones, comisiones, etc. No dice nada de los ingresos por ser el jefe de filas de Ciudadanos en Andalucía. Es de extrañar que el Vicepresidente de la Junta de Andalucía, tal como se lo expone a El Mundo, gane menos que un diputado cualquiera del Parlamento andaluz, con todas las mamandurrias incorporadas. Sabemos que a la gente le cuesta sincerarse y decir toda la verdad, creo que Juan Marín no ha sido una excepción y, por tanto, no ha dicho toda la verdad, ha ido de pobrecito, de mal pagado, ¡jolín!... le tiene que poner dinero encima para poder vivir en Sevilla… ¡qué mal lo ha de estar pasando!
El titular resumen de la entrevista recogía, según él, que no se podían tener a los mejores en política, o alrededor de ella, con esos salarios tan pobres. Decía que cualquiera de los buenos a fichar ganaba en la privada entre seis y nueve mil euros mensuales, por tanto, insisto, según él, nunca aceptarían venir a la política a ganar menos. Ese es el concepto de fondo de esta gente… ganar dinero, lo de gobernar para ayudar a la gente a vivir mejor y hacer progresar a una región o a un país… eso es otra cosa ajena al cargo que se va a cubrir y a los dinero que se pretendan ganar… el negocio es el negocio, primero el trinque y después lo que venga: la foto, las frases bien sonantes pero que se incumplen, las comidas, la diferencia de clase con respecto a la masa trabajadora, los coches oficiales, las comisiones por la adjudicaciones o la cobranza en especie para el futuro, tal vez, con algún carguillo en algún consejo de administración de alguna importante empresa.
Con lo vertido por el Vicepresidente de la Junta de Andalucía, observamos que ni siquiera la clase política, la casta como se les llamaba peyorativamente no hace demasiado tiempo, tiene en consideración ni da oportunidad de desarrollo a los jóvenes con grandes expedientes académicos, porque ellos, los políticos, también son clasistas y selectivos, prefieren como en la privada la gente con experiencia. Sigo preguntándome: cuándo van a despegar todos esos jóvenes bien preparados si siempre se les pone alguna traba para trabajar.
Ahora, una vez resumido el contenido de la entrevista, en su aspecto más crematístico, lanzaré la visión ciudadana del asunto que yo poseo. Lo he dicho en otras ocasiones, la clase política es como una mafia, o una banda, por utilizar el término que tanto esgrimió Rivera en la sesión de investidura de Sánchez, bien pagada con respecto al resto de la ciudadanía, con derechos y privilegios únicos y amparados por las leyes que ellos se hacen a medida: aforados, nombran los jueces que les tendrían que juzgar a ellos, hacen las leyes a medida, dejan las grietas que les convienen, por si acaso tienen un recurso para eludir la acción de la justicia, como es la prescripción de delitos, se ponen sus propios sueldos… deben ser los únicos trabajadores que le imponen a la empresa sus salarios, sus vacaciones, cuando van a trabajar, en qué horarios, qué deben hacer todos los que les pagan, cómo lo tienen que hacer, cuándo lo tienen que hacer, etc.
Lo que hemos visto hasta ahora, es que todos los gobiernos que hemos tenido nos han robado de un modo o de otro. Al final de la legislatura si no se han visto inmersos en varios casos de defalco de dinero público, es un milagro. Falta honestidad en la casta política y esa forma de ser no se soluciona cobrando más, sino teniendo mayor conciencia de la ciudadanía y respetándola más. La vocación de servicio público brilla por su ausencia, vienen a la política a llevarse el cacho mayor con el que puedan cargar sin ser vistos. La política debiera ser un voluntariado, no remunerado, en el que los políticos tuvieran sus profesiones a las que dedicaran su jornada laboral, y por gusto, un par de horas al día a buscar soluciones y consensuar con otros a los que también les preocupen los temas que nos afectan, que para poner en marcha los asuntos ya pagamos a un cuerpo de funcionarios.
Mientras existan las competiciones de las elecciones, la lucha entre partidos, los que pretendan hacer campañas más rimbombantes que su adversarios, aunque sean financiadas ilegalmente y el poder lo tenga la casta política, no dejará de haber saqueo de lo público, venta de lo público, corrupción por todos los lados y malas políticas contrarias a los intereses de la ciudadanía: paralización de las pensiones, recortes de los salarios, recortes en todas las áreas de los servicios públicos, mayor desempleo, peores condiciones laborales, mayor chantaje por parte de la clase empresarial y bancaria a los gobiernos, etc. Si los políticos no se alinean con la ciudadanía y siguen siendo los felpudos de los empresarios y banqueros, defenderán posiciones que beneficien a estos y nos perjudiquen a nosotros. No se trata de entrar en guerra contra nadie, pues en las luchas se pierde mucha energía, a veces innecesaria. Hay que hacer políticas justas que conduzcan a un mejor reparto de recursos de todo tipo y que alcancen a toda la población, en lo que podríamos llamar una distribución justa de la riqueza que compense adecuadamente los esfuerzos realizados.
Los políticos se han encumbrado mundialmente, se han hecho con un poder que le corresponde a la gente, cuándo la sociedad y los medios han dado más relevancia a un operario de la construcción que al propio Florentino Pérez, que es su jefe. Sin embargo, en la escena pública se ha encumbrado a la casta política, se le ha endiosado con respecto al papel de todos nosotros y nosotras, que somos sus jefes, quienes les pagamos, quienes sostenemos todo el chiringuito del que esa casta se vale para hacer sus negocios y enriquecerse sin importarles los resultados de su gestión o la pobreza que puedan causar sus malas políticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones