En estos días está corriendo por
el whatsapp la protesta y petición de firma en contra de los impuestos de
sucesiones. En Andalucía creo que tenemos uno de los tipos más elevados de todo
el territorio nacional. Lo que parece mentira es que haya que abonar un
impuesto cuando tus padres te dejan una propiedad en herencia, ¿cómo es
posible, de dónde se han sacado este sacaperras? Parece mentira, nuevamente,
que los señoritos del cortijo, los políticos, creyéndose los dueños nos fastidien
la vida en lugar de aliviárnosla. ¿Quién ha elegido “representantes” para que
nos saquen los dineros?
Esto no tiene ni pies ni cabeza,
una propiedad de una familia, pagada, grabada con impuestos semestrales (ibi)
durante toda la vida, con una Plus valía y un IVA pagado en el momento que se
compró con dinero ganado por tu familia; que no pueda pasar a ser propiedad de
un heredero sin verse obligado a abonar el impuesto de transmisiones y
sucesiones. Hay familias que están recibiendo propiedades en herencia a las que
tienen que renunciar porque no pueden hacer frente a las exigencias absurdas y
abusivas de los políticos. ¿Quieren quedarse con lo nuestro, no tienen bastante
con las veces que meten la mano en la caja? No son todos, pero sí son muchos de
ellos.
Otro tema sangrante es el control
que quieren ejercer sobre las cuentas de los mayores, para detectar cuando los
padres les den parte de su dinero a sus hijos. Los políticos quieren y obligan
a pagar un impuesto bastante alto por donaciones, según los denominan estos artífices
de lo público, lo tuyo y lo mío. ¡No hay derecho!, sobretodo, cuando se trata de
temas tan incomprensibles, ¿Qué dinero te han prestado los políticos para
hacerte de tus propiedades, para que vengan reclamando una parte, más bien una
buena tajada? Ya sé, estarás pensando que no lo reclaman para ellos, pero yo
los hago responsables directos porque son ellos los que a nuestras espaldas y
sin pensar en lo que es mejor para la población, nos dan estos hachazos.
Mientras esto sucede, los
políticos siguen a lo suyo… mentiras, mentiras y más mentiras. Impunidad
absoluta, penas mínimas comparadas con los saqueos y la distancia que mantuvieron
con respecto a la legalidad vigente. Todos los españoles tenemos NIF, ellos,
los políticos, tienen un salvoconducto llamado prescripción de delitos,
coacción judicial, y las famosas puertas giratorias, que les vuelven a dejar en
la casilla de salida para una nueva partida de “hágase millonario con el menor
esfuerzo”. No tienen que tener estudios si no quieren, no tienen que saber
idiomas si no quieren y, tampoco, han de saber nada del gremio en el que se
mueve la multinacional donde les van a prestar un sillón, en el que se gana un
salario millonario, solo por aportar tráfico de influencia y ser una autopista
de condicionamiento del Gobierno.
Ustedes se estarán dando cuenta
de lo que hay, está demasiado probado, es el pan nuestro de cada día. Nos roban
casi a diario y cuando nuestros padres consideran que nos quieren dar una
ayuda, supuestamente, deberíamos declararla y dejar un buen pellizco en la
ventanilla correspondiente de Hacienda, ¡esta gente está loca de remate!, ¡Qué
ganas tengo de que se acabe esta pesadilla, esta dictadura política, este abuso
engañoso sobre la población!
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