viernes, 24 de marzo de 2017

UN LOCO MUERTO Y LONDRES DE LUTO

                                                 Imagen: www.elPais.com


En estos días hemos sabido del nuevo atentado de un loco que no sabemos por qué, o sí lo sabemos… por nada, atropella en un puente de Londres a cuarenta personas, matando a cuatro de ellas en un principio, y ya ha muerto alguien más que estaba mal herido. Cómo se puede llegar a tener tanto odio a los occidentales como para perpetrar actos tan mezquinos y ruines como este. Con qué les deben lavar el cerebro a esta clase de individuos, para que lleguen a cambiar su vida por nada. Ninguna religión puede avalar acciones de este calibre, y si lo hace, hablamos de una religión maldita, de un clan de locos, de gente tarada, de basura humana o, de individuos amargados, sin futuro, gente que no ha visto la chispa de vivir, que no sabe nada de la vida, que no ha entendido nada.
Si existe algún Dios, que eso está por ver, qué clase de Dios ampara la violencia, la venganza e ir por ahí matando a otras personas. Si hay un Dios así, ¡qué se vaya a hacer puñetas cuanto más lejos mejor! Yo tengo cincuenta y ocho años y Dios me debe temer muchísimo, todavía, el cobarde no se ha mostrado… claro que yo tampoco me he dejado lavar el cerebro. Yo soy inteligente, al menos así lo creo, y los vicios no han podido conmigo, las sectas tampoco, ni la mafia, ni los partidos políticos, ni los equipos de futbol, ni las religiones, ni en definitiva todo aquello que mueve a las masas. En esa posición de autoexclusión, si queremos llamarle así, me baso para decir que me considero inteligente… no me dejo apresar fácilmente. La vida puede llegar a ser maravillosa cuando tú diriges la tuya, haces lo que quieres hacer, haces lo que tienes que hacer, te vuelves coherente, simplificas, respeta y llegas a amar a tus semejantes. ¿Cuáles de estas cosas no han entendido todos esos fanáticos que alzan el cuchillo o lanzan el vehículo como arma mortal contra los ciudadanos?
Tal vez quieran hacer correr el miedo, pero resulta que ya nos hemos acostumbrado a estos salvajes. No les tenemos miedo, tan solo nos preocupa el no llegar a comprender su locura. La vida es una energía que permite que tengamos unas vivencias haciendo uso del cuerpo físico y, quizá, podamos vivir otras desde otros planos más sutiles; por eso, ya no tenemos miedo aunque no queremos regalar la vida o truncar nuestros proyectos, como están haciendo ellos. Seguramente, matan para que el mundo cambie y sea más como ellos quieren que sea, pero me parece harto absurdo que hagan el mal en espera de esa transformación que no verán. Haced un plan de vida sana, respetuosa, como queráis vivirla, pero dejad que los demás podamos vivir la nuestra. No hay otra manera de poder compartir la Tierra sin que se sucedan los conflictos. A nadie le gusta las guerras más que a los soldaditos de plomo, evitemos las agresiones, los ataques, dejemos de ser animales irracionales y coordinémonos con la vida, con lo natural. Prendamos la llama del amor en nuestros corazones… esa es la única “religión” válida, si permites que le llame así. No autorices que nadie te siga haciendo daño, y cuando te incitan a matar, al primero que le hacen daño es a ti mismo. ¡Abre los ojos!, mira cuanto camino tienes por delante,  mucho por hacer, cuántas cosas te perderás por una falsa idea de salvación que no existe. Esas acciones terroríficas no te hacen una mejor persona, sino todo lo contrario a lo que te aconsejaron y te prometieron. Tú morirás y ellos, los que te incitaron, seguirán vivos. ¿Si era tan glorioso morir por la causa, por qué no se mataron ellos?

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