miércoles, 30 de mayo de 2018

LA FIESTA ESTÁ AL LLEGAR

                                                            Imagen: www.eldiario.es

Más que nunca los partidos políticos españoles rivalizan, quieren tener visibilidad y peso en la vida política española. Evidentemente, al PP hay que echarle a la calle por corrupto y por las malas artes empleadas a la hora de imponer medidas a la ciudadanía. Al mismo tiempo, el PP se agarra al clavo ardiendo para que no se le pueda desalojar del Congreso o, descabalgar del Gobierno ni de ese juego de estar aforado para que no se le pueda condenar penalmente, ¿cómo iban a justificar todos sus integrantes que solo se les haya condenado a título lucrativo?, pero como meros idiotas… la pasta les entraba por las puertas de Génova, 13, y ellos no se percataban de nada. Correa dijo que pasaba más horas en la sede del PP de Madrid, que en su propia casa, o que personalmente ha llevado maletines o cajas de puros con muchos billetes de quinientos euros, pero en el PP nadie se enteraba de nada. Se llevaban los maletines, los sobres o las cajas de puros petadas de pasta, pero nadie se cuestionaba de dónde salía ese dinero, sino todo lo contrario… ¡qué bien… a la  cartera!
Cuando el PP ha llegado a entender que la moción de censura planteada por el PSOE comenzaba a tomar cuerpo, a pesar de la contra de C’s, se ha puesto nervioso y han retornado a la antigua estrategia del argumento apocalíptico: sin nosotros España se hunde, la economía se va al garete, o nosotros o el caos, dejar en manos de otros el Gobierno es romper España, etc. El PP padece egocentrismo en grado superlativo, cómo puede llegar a creer que los españoles y españolas somos tan idiotas o descerebrados como lo son los que integran el gobierno del PP. Nos toman por tontos y cortos de visión, intentan comprar voluntades como hicieron en otros tiempos y durante muchos años, les atemorizan y muestran zanahorias, las dos acciones al mismo tiempo; tienen el salvavidas del PNV, pero los españoles y españolas sensatos esperamos que el sentido común reine por una vez en los últimos tiempos, en las cabezas de los dirigentes del PNV. Rufián lo ha dicho bien claro, no es cuestión de sentirse a gusto con los que se une para votar, pero ante la corrupción del PP, votar a favor de la moción de censura, no es cuestión de acción sino de obligación.
Mañana será un día en el que echar al gobierno de M. Rajoy, si se produce, nos provocara un orgasmo de alegría y satisfacción. La maldad y la perversión no se pueden aferrar en cargos de poder de un país que se merece seguir respirando un aire más fresco y de mejor calidad. La mafia debe estar lejos de cualquier puesto con potestad para decidir cómo debemos vivir todos los demás. Ya nos han robado demasiado y sus leyes amañadas no permiten exigir que nos sea devuelto hasta el último euro sustraído, tampoco persigue el fraude de poderosos ni acorta los tentáculos de ciertos invitados a decidir cuáles han de ser nuestros derechos, nuestros salarios, la edad de jubilación, si debemos ganar menos y trabajar más, o si vamos o no a perder nuestras pensiones. Hay que poner fin a la pesadilla en la que los del PP han convertido la vida de muchas familias de este país. La prima de riesgo está subiendo por la inestabilidad política en Italia, como han dicho muchos profesionales, analistas y economistas en los medios de comunicación, pero el PP lo echa todo en el mismo saco, culpando a la moción y aprovechando para atemorizar a la población española, algo que le sale como muy natural… ¡es el coco! Adiós PP, adiós, no hay nada que me gustara más que ocurriera mañana.

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