Nos han condicionado el pensamiento mediante la programación del capitalismo liberal y la globalización, eso sí, en los términos que convienen a los poderosos, pues a la gente corriente nos dejan fuera de juego de las recompensas, siendo meros seres para ser explotados por su sistema. No obstante, que nos hayan acostumbrado a tener una visión particular del asunto, no quiere decir que sea la única y válida manera de vivir, de relacionarse o de jerarquizar los mandos, las ganancias, etc.
Ellos quieren que compitamos entre nosotros para que al ser muchos los que necesitamos un puesto de trabajo, aceptemos las condiciones que nos ofrezcan, sean malas o regulares. Igualmente, si ya tenemos el puesto de trabajo, desean que temamos por su pérdida, con lo cual pueden abusar en tiempo de trabajo exigido y no remunerado, vacaciones no disfrutada y no cobradas, contratos que de alguna forma se incumplen o, simplemente, dados de alta en Seguridad Social por mucho menos tiempo diario conforme a las jornadas que realizamos.
Los estamentos de poder ocultos, en connivencia con los gobiernos, dictan las normas, aparentemente difundidas como si fueran ocurrencias de los Ministros de los gobiernos. Normas o leyes que siempre beneficia a aquellos que siguen dirigiendo desde la sombra y sin haber sido elegidos en ninguna elección. Ahora, el Gobierno viene con la canción de subir el SMI, letra que suena bien al ser cantada, pero estamos en tiempo de recesión o inflación prolongada por culpa de la inacción del Gobierno a intervenir los precios elevados o disparados que van adquiriendo los artículos necesarios, como son: alimentos, bebida, combustibles o energías. Los agricultores y ganaderos llevan años diciendo que casi les cuesta dinero a ellos sacar sus producciones al mercado, ¿saben por qué sucede eso? - Pues, porque hay cantidad de gañanes intermediarios, permitidos por el Gobierno, llevándose el dinero a espuertas con tal de que esos productos se pongan en estanterías de los comercios. Al comercio le es cómodo que aparezca alguien que le ofrezca los productos sin marearse en buscar a los productores. Los productores no tienen infraestructura suficiente para gestionar la venta de sus productos, ni puede vender conforme le pidan porque sus productos son perecederos. Así que llega el intermediario y le oferta quedarse con todo en cuando esté listo, a un precio de risa e insostenible, pero es lo que hay, eso o dejar que se pudra su mercancía. Posteriormente, el intermediario, que ha pagado una miseria a los productores, distribuye a una red de comercios todo lo que adquirió a unos precios nada razonable. Es por ello que hay que facilitar esa gestión a los productores. Hay que eliminar los intermediarios, y si me esfuerzo un poco más, llego a pensar que si un gobierno quiere, de verdad, ayudar a la ciudadanía, lo que debe hacer es crear una oficina de intermediación sin ánimo de lucro para realizar esa transacción antes mencionada. Con ello se lograría abonar a los productores precios más justos que cubran sus gastos y procuren unos beneficios razonables. Que lleguen los artículos o productos a unos precios menores a los comercios, y que el precio final para el consumidor sea más bajo también.
Toda esta parafernalia es por aquello que si solo se sube el SMI, la respuesta inmediata de los empresarios es subir los precios de sus productos y servicios para seguir ganando lo que pretenden. Hay una necesidad de intervenir el mercado como he expuesto con la eliminación de intermediarios abusivos y, por otro lado, topando precios que ascienden descabelladamente, afectando el día a día de la gente. Sé que es delicado conforme nos han programado, intervenir lo privado, pero es urgente hacerlo, y ante la oposición, que de seguro la habrá, hay que expropiar empresas. Mantenerlas abiertas, asegurar el trabajo de sus plantillas actuales, que son los que saben fabricar o dar el servicio de que se trate, y poner al frente a personas válidas, no enchufadas por los políticos, gestionándolas como se haría en lo privado. Este es un punto a mejorar ostensiblemente en el ámbito público. Hace mucha falta que se realicen controles de productividad, controles reales como hace cualquier jefe, dueño o encargado en una empresa privada. Hay demasiados parásitos con plazas y sin ellas dentro de la Administración Pública.
Seguiremos...
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