Imagen: www.neoteo.com
Conforme nos llega más información, nos damos cuenta que el enemigo lo tenemos en casa, es el mismo gobierno de turno, el que esté presidiendo el Parlamento español en cada momento. ¿Por qué sucede así?, pues porque los gobiernos sometidos a las presiones y decisiones de aquellos que no fueron votados en las urnas, ceden y legislan para contentarles, a veces con premura y sin estudiar las consecuencias futuras de lo que dictaminan.
En el día de hoy quería manifestar mi protesta por el riesgo en el que estamos todos, de consecuencias imprevisibles, gracias a las acciones de los que nos han gobernado, como siempre, cuando aprobaron en BOE el uso del yoduro de plata para alterar el estado de las nubes. En un principio, supuestamente, para satisfacer al colectivo de los agricultores, tratando de interaccionar con las nubes para evitar el granizo, terminando por experimentar todo tipo de alteraciones, como destruir nubes y evitar que llueva en ciertas fechas, o bien tratar de sembrar nubes con rociadas del mismo producto por medio de aviones que surcan el cielo dejando cantidad de lineas, aparentemente blancas, que al poco comienzan a formar nubes, intentando que llueva cuando los que mandan creen es lo oportuno. O sea, que juegan con la climatología desde hace décadas para terminar culpándonos a todos de los efectos negativos en la misma. Que si tenemos loco al clima por el dióxido de carbono desprendido de los tubos de escapes de nuestros vehículos, de los gases invernaderos resultantes de aires acondicionados, sprays, que si es del metano de las ventosidades del ganado, todo vale para desprenderse de la responsabilidad de lo que nuestros gobiernos permiten desde hace treinta años. Amén de las consecuencias que esté teniendo sobre nuestra salud esas rociadas de producto cancerígeno en la atmósfera. Producto que de alguna forma vuelve a dispersarse en el aire que respiramos.
Los gobiernos que hemos tenido y tenemos, cobardes e insensatos, como nos demuestran que son, someten a toda la población a un riesgo de consecuencias desconocidas y nada claras, para beneficiar a un sector en algo, aparentemente pedido por agricultores, pues recae sobre sus espaldas la responsabilidad, pero que mi persona está convencida de que el intento es para beneficiar, como siempre a los del dinero y lo diré a continuación. La medida, en un principio se presenta y aprueba para tratar de evitar que las nubes descarguen granizos, sobretodo de un tamaño considerable como para destruir cosechas. ¿Qué significa eso?, que cuando se destrozan cosechas las aseguradoras son las que pagan, y la gran mayoría de compañías de seguros son del grupo de algún holding bancario, o sea, con la banca hemos topado. Y sabemos que los gobiernos se arrodillan ante la banca, perdonan sanciones a la misma, dictan una doctrina Botín para librar al de mismo apellido, que fue presidente de Banco Santander a pagar por dos mil millones de nada que había distraído del fisco español. Asimismo, la banca ha condonado constantemente préstamos que los partidos políticos han requerido de ellos para hacer sus campañas políticas. Por tanto, si se perjudica los intereses de sus compadres los banqueros, los gobiernos legislan lo que más convenga a aquellos, aunque como sucede, suponga un grave riesgo para la población. El capital lo mueve todo en este sistema deshumanizado que mantienen los gobiernos, y ellos se doblegan a las ordenes de los entes que mandan en ese sistema, por lo general empresarios de poder, banqueros y grupos de inversión.
En definitiva, han montado un tinglado mundial alrededor del cambio climático, cuando sabemos que hay como España, muchos países jugando a fabricar la meteorología que les interesa, así como realizando continuas pruebas de juguetes de guerra, muchas veces, de tecnología atómica, eliminando vida terrestre y marina, contaminando a lo bestia, modificando los fondos marinos, provocando tsunamis y todo tipo de manifestaciones de las que seguimos culpándonos por nuestros hábitos de vida cotidianos. Pues ya lo saben, busquen en Internet, los BOEs lo reflejan, los gobiernos que hemos tenido lo han permitido y no ocultan su propósito: modificar la meteorología.
Seguiremos...
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