Daré mi parecer sobre la primera o segunda industria en beneficios del mundo, bien apuntalada por sádicos ricos, que como es fácil comprender su riqueza depende de la cantidad de desequilibrios que siembren a lo largo y ancho de este Planeta. Que no venden tanto como quieren, pues lo disponen todo para crear conflictos bélicos allá donde no los haya. El motivo es lo de menos, pues aunque no los haya, se los inventan, el caso es hacer negocio, y cuanto más mejor. Así que se puede dar el caso que la industria del armamento tire la piedra y esconda la mano, o sea, que prenda la mecha y pase directamente a ser un proveedor inocente que trata de hacer ganar la guerra a unos y otros, porque se da el caso de que sirva armas a ambos contrincantes, el final ya se puede imaginar miles o millones de muertos y unos beneficios terribles para los suministradores de armas.
Hace tiempo me di cuenta que las mejores armas son las que estuvieran hechas de chocolate y se comieran. Ahora añado otra reflexión: que debieran ser prohibidas todas las factorías que fabriquen armas, tanques, misiles y todas esas "máquinas de muerte". Tendría que orquestarse un complot mundial por parte de la población y los gobiernos (si los hubiera decentes), que hicieran posible legislar mundialmente para acabar con las armas de todo tipo y calibre o poder mortal. Solo tiene sentido una orden mundial de desarme que se tenga que acatar por todos los países del Planeta. Estoy frontalmente contra la guerra, también contra la violencia porque es señal de no haber logrado el nivel suficiente de: civismo, capacidad para debatir, conciencia, compasión, educación e inteligencia.
Los gobiernos meten a sus pueblos en las guerras que crean otros, sin pedir autorización. Y como está sucediendo en Ucrania, mandan mensualmente una millonada en dinero, más armas y militares para las tareas que quieran decirnos que desempeñan. Pero lo cierto es que ni nos va ni nos viene, pues Ucrania, que yo sepa, ni es miembro de la UE ni pertenece a la OTAN, y ¡ojo!, no quiero decir con ello que sea o no una ventaja pertenecer a los clubes que hacen perder la soberanía de tu país, que te impide imprimir tu moneda, que te impone cantidad de normas y sanciones. Los expertos son los que deberían opinar sobre la conveniencia o no de pertenecer al club que un día limitó nuestra producción agrícola, pesquera y ganadera, así como industrial. Igual la cabezonería nos sale bien cara, de momento la deuda pública está disparada y el sistema financiero a punto de venirse abajo. Por otro lado, tenemos a la cantidad de buitres de la alimentación y las energías haciendo su otoño ante la justificación de que los altos precios son la consecuencia de la guerra. Aquí están todos lo que pueden sacando tajada del conflicto, que en mi opinión ha creado EEUU, por seguir avanzando con el proyecto OTAN hacia las mismas fronteras con Rusia, cuando creo existía un acuerdo de ambos países por el que EEUU no haría crecer los territorios OTAN hacia las fronteras de Rusia. Los medios de desinformación y manipulación masivos nos venden la historia de la guerra de un modo bien distinto, tal como interesa a EEUU, donde Rusia, los comunistas, son el peligro y a los que se deben borrar del mapa.
La humanidad está indefensa ante la cantidad de criminales que basan su porvenir y enriquecimiento en esta asesina industria de las armas. La humanidad está a merced de esos canallas, que no tienen reparo alguno en incendiar el mapa geopolítico, en actuar como vulgares dictadores provocando verdaderas situaciones de peligro a las poblaciones de los países en los que gobiernan. Además no contento con ello, sirven armas a tutiplén y de todo tipo, incluso las no permitidas o más peligrosas. Si nos salvamos de que se monte una a nivel de bombas atómicas, será una casualidad, pero no porque lo hayan tratado de evitar, ninguno da un paso atrás y deja de suministrar armas, todos quieren lo suyo, aunque muchos no sepamos que está en juego, como sucede en tantas ocasiones con los reyes de la opacidad.
Seguiremos...
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