Nos hemos apropiado de la etiqueta de ser la especie "inteligente", y somos la única que nos hemos organizado alrededor de un trabajo, de unos horarios, del toque de los despertadores y alarmas, de un dinero para adquirir cosas, de unas leyes que nos conducen entre derechos y obligaciones. Somos la única especie que adultera alimentos con tal de que se produzcan mayores ventas. La especie que establece toda una vida de estudio, calificaciones y exámenes, de bolsas de trabajo para acceder a un empleo, de enchufes otras veces para acceder a un puesto de trabajo. Somos la especie que es capaz de matar a sus semejantes por rivalidad comercial, o por quitar de en medio a alguien que critique al sistema o a una organización potente. Somos una especie que se vende por dinero, en la que todos tenemos un precio, y en la que hay gente dispuesta a aceptar las más salvajes tareas o acciones a cambio de algo de dinero. Somos la especie que se hace adicta a las drogas, mientras hay otra parte de la sociedad se dedica a distribuirla e importarla, aunque con ello introduzca enfermedad, miseria y muerte en nuestras vidas.
Nuestro nivel es tan escaso que nos podemos llevar todo el día fastidiando al de al lado sin mostrar ni una pizca de respeto por el otro. Hay gente a la que no le importa ridiculizar a su vecino, a su compañero de trabajo, o sus compañeros de escuela. Hay gente que sale a hacer el mal todos los días por envidia. Hay gente que sabe que sus acciones diarias conducen a la pobreza a un buen sector de la población mundial, incluso a hacer guerras con las que prolongan el sufrimiento de poblaciones enteras, y continúan con sus obsesiones. Hay gente que tortura personas y animales, casi a cualquier ser vivo que se cruce a su paso, mostrándose cruel con todos, haciendo de la maldad su proceder habitual. Hay gente dispuesta a dominar al resto del mundo a cualquier precio. Hay gente que mantiene sumida en la pobreza, en la hambruna, a una buena parte de la humanidad, con total desprecio e insensibilidad.
Hay personas que prenden fuego a parajes naturales maravillosos, solo por diversión, aunque también los hay y ha habido que lo hicieron para cambiar la calificación de un paraje y poder construir donde no se podía por ser paraje natural protegido. Hay gobiernos que consienten y han consentido cantidad de operaciones contrarias a los derechos y el bienestar de los ciudadanos, con tal de favorecer a empresarios o banqueros amigos que les devuelven en B parte del coste pagado de la inversión que se tratase; como forma de financiación ilegal de ciertos partidos. Hemos asistido de ese modo a cantidad de casos de corrupción porque se llegaron a conocer, no así de otros muchos de lo que no ha trascendido nada, pero no por ello no han existido. Los políticos nos han venido saqueando desde que se erigieron en representantes nuestros y tutores de nuestro dinero. Bien que lo han malgastado en cientos de ocasiones tanto los del PSOE como los del PP, y las pequeñas pullitas que han entremetido otras formaciones menos importantes que habiendo alcanzado algún puesto de poder en alguna localidad, han hecho un desaguisado monetario, despilfarrando, gastando en asuntos inapropiados, concediendo ayudas no justificadas a empresas de amigos y familiares, esos han sido hechos corrientes entre los que han gobernado.
Todo está bastante podrido y como se va desprendiendo, no alcanzamos el nivel mínimo para convivir en paz y sin que dejemos atrás a buena parte de la población mundial. Es considerable la lucha por los recursos de las diferentes zonas del mundo, y abundantes las estrategias de los países para hacerse con ella, por las buenas o por las malas. Un sistema frecuente es invadir, golpear fuerte, destruir y saquear. Lo hacen los poderosos con los más débiles. No hay justicia mundial, las organizaciones mundiales se callan a la voz de sus amos, los palacios de justicia se ausentan cuando se trata de sancionar a poderosos del primer mundo, cualquier atrocidad se puede cometer con cualquier país pobre y con sus gentes. Nadie dirá nada, todo vale para que el poderoso lo siga siendo, y cada día más. Nos rodea la desidia y la inacción de los organismos e instituciones que debieran actuar para impedir esos atropellos contra el honor y la vida de otros seres que se encuentran en situaciones más desfavorables.
Voy a ser muy crítico, votar es un acto que ayuda a perpetuar todo lo establecido, pues PSOE ha gobernado, PP ha gobernado, UP, el que se postula como SUMAR junto con otras fuerzas de izquierda, ha gobernado. A pesar de todo nadie ha cambiado la raíz del problema, maquillan situaciones, pero ninguno ha ido al origen a modificar lo mollar del asunto. Se hace imprescindible que los políticos se presenten llevando su programa por delante y una carta firmada de su dimisión, a falta de indicar fecha, para hacerla efectiva en caso de incumplir su programa o hacer el golfo. Pero este compromiso jamás lo adoptarán los potenciales mangantes que se presentan a las elecciones, de lo contrario lo harían por su honor e integridad, cualidades de las que suelen carecer.
Seguiremos...
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