Las olas de calor nos tienen recogidos en las casas, con los aires acondicionados a pleno rendimiento, tirando todo el día de los líquidos frescos, las cervezas heladas, el gazpacho frío. Tengo la sensación de vivir sobre la parrilla de una barbacoa, son las nueve de la noche, acabo de salir a la entrada de la casa donde tengo un termómetro colgado en la pared, a la sombra, y sigue marcando 40 grados. Se quitan las ganas de dar un paseo, de hacer algo de ejercicio, de estirar las piernas, no sé si esta calor va a terminar con nosotros como en otras épocas de la historia las glaciaciones, que sepamos, pusieron punto y final a anteriores etapas de la humanidad. Son puntos y seguidos, pues aquí estamos soportando este infierno climático, este capricho cíclico del Planeta. Solo falta que nos den vuelta y vuelta para que nos doremos por todos lados, dejando aparcado el punto gracioso o cómico del asunto de las altas temperaturas y su correspondiente tortura, siento y sufro, cuando lo pienso, por aquellas personas cuyas casas no estén acondicionadas con los equipos pertinentes para combatir estas sucesivas olas de calor. No podrán dormir ni descansar... ¡Ha de ser horroroso!
Me muevo en moto, y ni la moto es un placer con esta calor. Si te pones la chaqueta de la moto... te quieres morir, y si no lo haces, pierdes seguridad y tranquilidad al conducir, sin mencionar lo tostado que se ponen los brazos y lo desagradable que es ser acariciado todo el trayecto por un aire que te abrasa, de nuevo, como si me pusieran a la parrilla. Cuando te quitas el casco, el pelo está chorreando, igual que el rostro, solo quiero soltar los tiestos y meterme en la ducha, pero cuando estás terminando de secarte comienzas a sudar como si la ducha de nada sirviera. Solo vale estar quieto, sentado en una habitación con aire acondicionado, pero aún así, cuando pasan varias horas hace calor, parece que el aire no enfría, aunque sí lo hace, paso la mano cerca del split y compruebo que el aire sale frío, pero tú sudas, algo no va bien y va a ser que hace mucha calor.
Los lugares que casi todo el año tienen agua de una manera natural, dejan de tener ni una gota, o sea, se convirtieron en un barrizal y ni las aves pueden parar por allí. Se agota el agua de los embalses y cuencas naturales que se aprovechan para el uso de las personas, esto sí que es una tragedia a la vista, pero claro los políticos tienen un tema más importante que resolver: Quién va a gobernar y con los apoyos de quiénes. Es más importante solo para ellos y sus partidos subvencionados, no para la ciudadanía. Los políticos todavía no se han enterado de nada, a nosotros nos interesa tener trabajo e ingresos para vivir. Poder acceder a los alimentos, al agua potable, a la ropa, al calzado, que los precios no sean tan elevados (Que no nos roben tanto los intermediarios), que tengamos buenos servicios públicos, que haya seguridad, que tengamos futuro, que todos ganemos dinero en la justa proporción para que nuestro poder adquisitivo no se vea mermado por los abusos de banqueros y comerciantes. Queremos bienestar para todos y que nuestro país progrese para poder tener todo lo citado anteriormente.
Los trabajos previos para evitar incendios en esta estación del año se hacen prioritarios, también la prospección de aguas subterráneas o desalar el agua de los mares, pero esto es después, o al final, de la composición del gobierno, o de las nuevas elecciones. ¿Es que no hay cabeza brillante que dé con la fórmula de la composición democrática de un gobierno que refleje fielmente la decisión de la ciudadanía en las urnas?, o sea, un gobierno multicolor en la proporción que fueron votados, sin necesidad de pactos, sin tener que pagar chantajes a cambio de votos o apoyos, y sin tener que celebrar nuevas elecciones. Ya que hablamos de calor, los políticos sí que dan la brasa.
Seguiremos...
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