Cómo llamar a lo que se está produciendo desde el mismo día en que finalizaron las votaciones, aquel 23 de julio. Yo no me aclaro si lo uno o lo otro, porque tragar por todo lo que te pongan por delante con tal de permanecer en el Gobierno, tiene tomate. Hacer una ley para que todo lo que hasta entonces decía la ley ahora no valga, tiene lo suyo. Y fíjense que no entro en amnistía sí o amnistía no, y de aquí en adelante trataré de seguir solo mi sentido común, ofenda a quien ofenda, que tampoco es mi objetivo, sino poner negro sobre blanco mi lógica sobre el asunto farragoso de los pactos o, más bien, el chantaje continuado que se está produciendo.
Comienzo ordenando las ideas, todo viene desde que el 1 de octubre de 2017 en Cataluña se decide sacar las urnas y votar para conocer si es posible independizarse del resto de España. Deteniéndome aquí, para mí no es ningún delito consultar a la población y conocer su opinión sobre el asunto que sea que le afecte, sino más bien una práctica democrática a la que no nos tiene acostumbrado ni el Gobierno, que actualmente está en funciones, ni ninguno otro anterior al mismo. Solo produciéndose un referéndum cuando lo han amañado y han deseado incluir a la fuerza términos de su conveniencia, como ocurrió con La Constitución y la Monarquía, todo en un mismo paquete. Suarez confesó que de haber sido votaciones independientes, la Monarquía no hubiera salido. Llegados a ese punto referido, del acto democrático de sacar las urnas, todo lo relacionado con haber puesto urnas, no debiera estar penado. No así, desbaratar vehículos de las autoridades o guardia civil, eso es vandalismo y una forma de agredir a las fuerzas de seguridad, por qué no les dio por subirse a otros vehículos que seguro habría alrededor, porque ese destrozo tenía una carga simbólica de dominancia contra los que obligan e imponen el orden público, aunque también los que se imponen a porrazos, balas de goma y botes de humo, muchas veces injustamente en comparación con la actitud pacifica mantenida en muchas manifestaciones por la ciudadanía.
Pero no hay que tragar por más, el despilfarro de dinero público al margen de las urnas es un delito aquí y en Pekín. Que la policía pegue sin motivo aparente a ciudadanos que lo único que hacen es ejercer su derecho a voto o a manifestarse pacíficamente, también. Que un territorio desea separarse de España y vivir su aventura en solitario, se debe permitir, ahí sí hay que cambiar la ley o, ¿sigue la dictadura en pie?, lo que se ha de ajustar son las cuentas, dineros recibidos de los catalanes, dineros puestos e invertido por España en Cataluña, y saldar diferencias. Y como hermanos que somos, si tras unos años están arrepentidos, se vuelve a negociar la entrada y en paz. Esto es normalidad democrática, pero un sistema que nace de la voluntad del gobierno de una dictadura, demasiado a dado de sí, pero se ve que es insuficiente, que necesitamos avanzar y ampliar los horizontes. Ha de adaptarse a las necesidades actuales de las poblaciones de las ciudades y Comunidades de España.
Todo nos lo podríamos haber ahorrado de tener un sentido mucho más agudo de la democracia. El 23 J el pueblo español votó y habló, hubo unos resultados en las urnas, y lo más democrático es constituir al día siguiente el nuevo gobierno, que se debió haber formado con unos pocos miembros de cada partido votado por los españoles, en las proporciones en que fueron votados. Al estar en el Gobierno todos los partidos que reciben votos, y por tanto representados todos los sectores, más o menos amplio de ciudadanos, no tiene objeto esta perdida de tiempo, este coste absurdo, y que no haya un Gobierno trabajando al cien por cien desde el día posterior a las elecciones. Pero hay más, al estar todas las fuerzas votadas en el gobierno, no hay necesidad de nombrar a 350 Diputados, puesto que todas las opiniones o ideas, todos los programas están en el ejecutivo, tan solo quedan por delante horas de trabajo para pactar todos aquellos acuerdos que vayan dirigido a mejorar el bienestar de la gente y el progreso del país. No como hasta ahora, que todo está invertido y al servicio de ciertos entes y compañías para que éstos obtengan un gran beneficio de las inversiones y los despilfarros de dinero público cometidos por los que nos han gobernado y nos gobiernan. Si no saben, que nos pregunten, que algunos tenemos soluciones, aunque sean impopulares o gusten menos, pero creo son más eficaces y eficientes.
Seguiremos...
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