Ya creo haber comprendido el
sentido del trabalenguas de Rajoy, cuando dijo: “Cuanto peor, mejor para todos.
Y cuanto peor para todos, mejor. Mejor para mí el suyo beneficio político”.
Este imposible no quiere más que decir que diga usted lo que diga y nos tache
de lo que quiera, cuanto peor lo hagamos más nos votan.
Este hombre tiene unas formas de
dirigirse al pueblo que se asemeja a Jesús… habla en parábola y no le pillan lo
que dice, ¡pobre hombre! ¿Se acuerdan cuando quiso decir que las cosas hay que
llamarlas por su nombre? Fue entonces cuando dijo aquello de: “Un vaso es un
vaso y un plato es un plato”. La gente es muy ignorante y no está a la altura
del maestro, es eso lo que sucede, no es que Rajoy se lie hablando, ni mucho
menos, es que la gente está muy cerrada… de verdad.
Rajoy además de pasar a la
historia de España como el Presidente de la corrupción o el que envía SMS a
delincuentes para darle ánimos, también se le recordará por ser el presidente
que se expresa con mayor ambigüedad. Cuando salieron a la luz los papeles de
Bárcenas, dijo: “De todo lo que ha publicado la prensa nada es verdad salvo
alguna cosa”. Lógicamente, los diarios llevan muchas noticias entre ellas la de
los papeles de Bárcenas, pues Rajoy quiso decir que todo lo que incluyen los
diarios no tiene por qué ser verdad, pero como él conocía bien lo que indicaba
esa contabilidad paralela o “B”… dijo la verdad, que era cierta una cosa: los
papeles de Bárcenas.
Con Rajoy, en este tema es para
no parar, como tiene que hacer tantos mítines, dice en público lo primero que
le viene a la cabeza, y lo dice como le apetece sin orden alguno. “Es el vecino
el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el
alcalde”. “España es una gran nación y los españoles son muy españoles y muchos
españoles”. “La cerámica de Talavera no es cosa menor, dicho de otra manera, es
cosa mayor”. Hay muchas otras frases que podréis encontrar en Internet, pero no
se trata de hacer leña del árbol caído, sino darnos cuenta del “máximo
estandarte” de la nación que nos representa por el mundo. Cuando lanza una
frase de estas debe dejar anonadado al auditorio, desconcertado y confuso;
todos se han de preguntar: qué habrá querido decir este tío.
Es más fácil dirigir el país a
través del que mejor se somete a ser marioneta, dejando que le muevan a su
gusto y sin que oponga ninguna resistencia, no proteste y haga y diga cuanto se
le indique. Ese es el tonto necesario, ese es el mejor presidente, el que acate
las directrices encomendadas sin que rechiste ni ponga en duda nada de lo que
se le exija. ¡Bueno seríamos algunos para esa tarea!, y qué fácilmente se
venden otros o se prestan a ser el personaje central del guiñol. ¡No me gusta
la política porque es un juego sucio!, no me gusta porque ha perdido el norte.
La sigo porque a través de estos tontos nos dirigen nuestras vidas, acuerdan
asuntos que posteriormente nos afectan a todos, y porque tengo el derecho de
luchar a mi manera: criticando, escribiendo, dando soluciones, proponiendo
formas de remediar problemas, reflexionando y ayudando a que nos concienciemos.
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