Movistar me ha dado la mañana, yo
que me la pintaba tan feliz viendo el debate de la moción contra el Partido por
la Pasta (PP), y sobre las 10,30 h, aproximadamente, se corta la conexión de
Internet y son, ahora, las 16,35 h y sigo sin servicio. Esto sucede por la poca
responsabilidad de las empresas españolas, sobretodo, estas poderosas empresas
que son mimadas por el Gobierno por representar una de sus puertas giratorias.
Movistar fija el precio de su servicio si quieres disfrutar de él, pero qué sucede
cuando te dejan sin servicio… cómo valoramos los usuarios nuestro tiempo
desatendidos; cuánto cuesta esa interrupción de un servicio que el distribuidor
está cobrando… tendremos que ponerle el precio nosotros, ¿no?. Si esto fuera
así, se le quitaban las tonterías y la poca seriedad. Cuánto vale una
desatención de varias horas para el usuario, qué he dejado de hacer en ese
tiempo por no disponer del servicio que pago… para mí tiene un precio, del
mismo modo que el proveedor pone el precio mensual por usar su Internet.
Cuando se le reclama al
Ministerio de Telecomunicaciones, para lo único que sirve es para que éste le
pida explicaciones a Movistar. Movistar, a su vez, argumenta lo que mejor les
parece, y el Ministerio te vuelve a cartear diciendo que se han interesado por
la reclamación, pero que el problema se debió a tal o cual asunto ajeno a la
empresa proveedora y fin del tema. Los antiguos decían: para ese viaje no
necesitas alforjas. Es cierto, para qué tomarnos tantas molestias si el
Ministerio es un mero intermediario que no se moja en nada, que no defiende a
los usuarios y permite que te vendan Internet a pedales, a precio de Internet
en cualquier avenida de New York. En este sentido, he realizado varias
reclamaciones a ese ente público, por temas similares a los expuestos,
¡joder!... nunca me dan la razón… jamás penalizan a la empresa proveedora de
los servicios.
De nuevo miro el icono de la
conexión a Internet y mi ordenador continúa indicando que no tengo conexión,
así que este escrito no lo podré subir a mi blog hasta que Movistar tenga a
bien reanudar el triste servicio de internet que ofrece en esta Urbanización.
Una Urbanización urbana desde hace más de treinta años, situada a solo quince
kilómetros de Sevilla capital, pero Movistar se niega a modernizar sus equipos
como ya nos han dicho, repetidas veces, sus técnicos, porque las averías suelen
ser frecuentes. Según el personal de las subcontratas que viene a casa a
solucionar sus problemas, las líneas están en pésimo estado, pero Movistar se niega
a gastar un euro en repararlas. Esos mismos técnicos tienen orden que viene de
arriba de hacer juegos malabares para solucionar las averías, hasta que
Movistar decida invertir en una red de fibra óptica con la que nos den
servicio. Lo más lamentable es que la fibra transcurre a 50 metros de la
entrada de la urbanización, al otro lado de la carretera Nal-IV, que pasa por
la misma puerta. Esos cincuenta metros han de ser un grave problema económico
para Movistar, que prefiere seguir cobrándonos a todos los vecinos aunque su
Internet sea prehistórico.
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