Ahora todos dicen lamentarse de lo que está haciendo Israel, pero es mentira, es solo un guiño hacia el resto de las personas que sabemos que han consentido el genocidio y han contribuido vendiendo armas para que la masacre sucediese. Ya el negocio está hecho, e Israel ha barrido de Norte a Sur toda la franja de Gaza, con engaño incluido, pues dijo que la población civil emigrara al Sur para conseguir tenerlos en una ratonera y abrir fuego, es cruel, es delictivo, son asesinatos cometidos, es dolor, es odio y venganza, todo en uno y al mismo tiempo.
Ningún país ha movido un dedo, ninguna organización ha movido un dedo contra la ofensiva de Israel, nadie se ha manifestado realmente contra este abuso y superioridad. Son muchos los felpudos pisoteados por los EEUU, son demasiados los arrodillados ante los EEUU, son demasiadas las babosas dispuestas a lamer las botas americanas. Creo que es necesario mantener las distancias con quienes solo creen en la superioridad bélica, en las invasiones y en el rapto de recursos ajenos por la fuerza. A nadie hace bien mantener amistades tan peligrosas y traicioneras, es hora de volver a salir de la UE, de la OTAN y de organizaciones tan ineptas e inútiles como la ONU, el FMI, el BCE, etc. Ya está bien de rogar en Bruselas lo que la vagancia e ineptitud impide se haga en cada uno de los países, convirtiéndose tal impotencia e incapacidad de los líderes gubernamentales y de los que les rodean, en una peregrinación continua a Bruselas para pedir dinero. Es hora de saber gestionar los recursos propios, es hora de dar prioridad a lo nuestro, es momento para ser íntegro y despertar del sueño y el engaño de una falsa unidad en el que cada país tiene una legislación penal, laboral, civil, etc., propias. En la que algunos son entusiastas del dinero negro y abren sus puertas al blanqueo, a la ilegalidad de que haya gente que alejen sus dineros de sus países dejando de tributar, en un claro ejemplo de lo que es ser un ciudadano de lo peor. ¡No queremos más explotación al tiempo que tener que asumir las leyes que marcan otros!
Toda la geopolítica se construye sobre una gran mentira envuelta en intereses de lo más dispar. A la hora de la verdad nadie quiere comprometerse con otros a los que consideran rivales o competidores por el poder y el dinero. Cuando alguien quiere ser el número uno en todo, resulta que no deja vivir a los demás, tramará cuanto haga falta para darle un palo tras las orejas en cuanto se distraiga. Es así como, a duras penas, se relacionan los países en el mundo. Es así como algunos se erigen en vencedores y otros en vencidos. Es así como unos explotan a otros y los saquean. Es así como algunos albergan la cruel idea de poder eliminar de la faz de la Tierra a los otros, o a sus vecinos. Tenemos toda la capacidad para hacer algo bien distinto, pero la ambición desmedida y la avaricia sin fin de algunos, tiene al mundo hecho unos zorros. Cuando un punto del mundo se calienta demasiado, lo que menos falta hace es que lleguen los de siempre aportando armas, combustibles y mecheros encendidos.
No sé si esta deriva tiene marcha atrás, tengo poca fe en los que se disputan el mando mundial, todo eso del nuevo orden mundial, la agenda 2030, las reuniones de Davos, las del G y los números que sean, creo empeoran las cosas, cada vez que abren las bocas, sube el pan, los combustibles, la energía, los alimentos y nos volvemos un poco más pobres. ¡Déjennos ya, por favor! ¡Tomen conciencia de la humanidad, o váyanse a la mierda!, sí, a la mierda.
Seguiremos...
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