Ayer vi un video en YouTube acerca de una curiosidad en la venta de automóviles eléctricos en Alemania con respecto a España, que resulta un tanto incomprensible. En Alemania, a principio de este año, han retirado las ayudas a la compra para coches eléctricos, y sorpresivamente los fabricantes, al menos Dacia lo hacía con su modelo Spring, había reducido el precio del automóvil hasta compensar la cuantía que hasta ese momento, o sea, final del año pasado, recibían los compradores de coches eléctricos en Alemania. Con ese movimiento de tarifas, el Dacia Spring que cuesta en España diecinueve mil y pico euros, en Alemania cuesta doce mil y pico euros... ¿Por qué? ¿Cómo es posible que un fabricante de automóviles pueda bajar tanto el precio, un cuarenta por ciento de su valor puesto en la calle? ¿Ustedes ven justo que en una economía, supuestamente, mejor a la nuestra, le den estas facilidades abaratando el coste de los coches eléctricos? ¿Es comprensible que un fabricante venda en cada país al precio que le dé la gana? Siempre había querido entender que la industria para ser competitiva con las otras marcas, trataba de calcular sus costes reales, le sumaría los beneficios pretendidos y razonables, con el objeto de alcanzar el mayor número de ventas; pero casos como el que nos ocupa, nos hace ver que los márgenes son grandes, tal vez, demasiado grandes, y que el abuso existe. Podríamos permitirnos decir que no existen transacciones comerciales sino atraco en toda regla.
Mientras no desterremos de nuestras mentes ese carácter de aprovechamiento de la situación que se nos plantee, y sigamos sin pensar en los demás, en su bienestar, en ofrecer la mayor calidad y seguridad al otro, en ajustar realmente los costes y beneficios para no perder, pero tampoco para abusar de la gente, no lograremos establecer un sistema digno, humano, inteligente, honesto y honrado. Una vez se sabe esto, quién se va a comprar un coche eléctrico en España, sabiendo que nos engañan descaradamente con tal de sacar una tajada mayor, pues si en Alemania se pueden permitir vender coches a un precio un 40% menor que en España, por qué aquí no hacen lo mismo para facilitarnos la adquisición de sus productos. Ya estamos, otra vez, con ciudadanos de primera y de tercera.
El coche eléctrico actual es útil para la persona que se mueva poco y lo destine a ir y venir de su trabajo, llevar a los niños al cole y recogerlos, pequeños y puntuales desplazamientos, no para hacer un uso normal del coche, porque como sabéis no tienen las baterías autonomía suficiente para desplazarnos sin preocupaciones, tampoco repostar se hace en un plis plas, son varias horas para obtener carga suficiente para otros ciento y pico de kilómetros. El concepto apresurado de coche eléctrico que han puesto en la calle, no digo que no tenga su público poco dependiente del coche, pero para la gran mayoría o para tener al coche eléctrico como único automóvil en casa, no es la opción más acertada. Sin embargo, toda la industria del coche eléctrico se ha implementado alrededor de las baterías, cuando están saliendo coches que aprovechan el hidrógeno como combustible, bien porque lleven tanques para cargar el hidrógeno como se hace con los demás combustibles fósiles, bien porque son vehículos que están dotados de procesos que generan el hidrógeno a partir de rellenar depósitos con agua, como creo es el último invento de Toyota. Incluso he llegado a ver un adelanto de una empresa suiza, que mete en el depósito dos líquidos con cargas eléctricas, uno de ellos con partículas negativas y otro con partículas positivas, y al llegar a un compartimento el mismo movimiento de dichas partículas es electricidad en movimiento, que es aprovechada para alimentar los motores eléctricos que impulsan el coche, o sea, que lo de las baterías ya ha quedado obsoleto..., pero como digo, toda la industria se ha proyectado hacia el coche eléctrico clásico con un montón de baterías costosas y el gran problema del tiempo requerido para cargar baterías, así como el inconveniente de su autonomía.
A mí no me mola el coche eléctrico tal como nos lo tratan de servir, sobre todo, cuando ya sé que hay sistemas mucho más cómodos y con autonomía mucho mayores. Y si encima nos engañan con los precios y nos hacen pagar un cuarenta por ciento más que en otros países de la UE, aún peor me lo ponen.
Seguiremos...
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