sábado, 14 de enero de 2017

EL PODER DE UNOS POCOS... LA MISERIA DE MUCHOS




En el mundo lo que hay es un conflicto de intereses. Está claro que cada uno de nosotros tiene su micro mundo particular, sus tendencias personales, sus convicciones, etc., y mientras sigamos en la unidad y no en la colectividad, esto a lo que llamamos sociedad no puede funcionar, en términos escolares, no progresará adecuadamente.
Es inevitable sentir lo que cada uno de nosotros siente, lo que sale como respuesta de cada uno de nosotros debido a nuestra educación, formación y experiencia, pero a pesar de ello, hay que buscar un espacio neutro, libre de interés propio en favor del interés colectivo, del bien general, si no estamos abocados al fracaso. De ahí viene poner en práctica la paciencia, la tolerancia y el respeto hacia el pensamiento y los actos ajenos. Posteriormente, llega el diálogo y se debe alcanzar la comprensión. Si no es esta la senda de las relaciones humanas, digo que vamos muy mal… escuchen las noticias, los informativos, lean la prensa. Verán que al lado de cantidades de mentiras, medias verdades y otras falsedades interesadas y manipuladoras, hay demasiado horror y destrucción.
Tenemos que darnos cuenta del error, del conflicto. Tenemos que hacernos consciente de lo que está sucediendo, de lo que protagonizamos directamente e indirectamente, unas veces con la acción y otras con la pasividad, pues ambas tienen sus repercusiones, y los problemas no se arreglan solos cuando cogen una deriva. Es entonces cuando se deben poner en práctica los valores más esenciales y necesarios en las relaciones, aquellos que antes nombraba: paciencia, tolerancia, respeto, diálogo y comprensión. Si todos, al margen de nuestros propios intereses, hiciéramos prevalecer esos valores cuando al menos hay otras personas implicadas en la situación de que se trate, estoy seguro que los problemas que arrastra la humanidad se solucionarían. Nuestro egoísmo ha de pasar a segundo término cuando se trata de vivir en comunidad. El bien de todos, de la gran mayoría, las medidas lógicas que conducen al bienestar, debe anteponerse a los criterios particulares y parciales de algunos.
Todo está sucediendo en el mundo porque unos pocos cegados por su codicia y avaricia tratan de imponer sus normas, pensamientos y convicciones, al resto de la humanidad. Esto es lo que hay, no hay más. Hay un egoísmo exacerbado que no entiende de código legal, ético o moral, sino que hace lo que tenga que hacer para conseguir sus objetivos, por lo general, crematísticos, materiales, tangentes. Al mismo tiempo que esto sucede hay una serie de falsas organizaciones que debieran impedir todo eso y proteger al ser humano, pero están “compradas” por ese combinado mafioso y delictivo. Estamos desprotegidos y vivimos bajo la dictadura de unas normas que no las dictan los ciudadanos de ningún país del mundo, sino aquellos poderosos que desde la cobardía de saberse ocultos, oprimen, reprimen, explotan, asesinan, roban, etc., al resto de la humanidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones