lunes, 23 de enero de 2017

EL TRABAJO NOCTURNO




Es penoso trabajar de noche y hasta contrario al ciclo vital. Cuando llega la noche el cuerpo pide meterse en la cama, taparse, cerrar los ojos y adentrarse en el sueño profundo. Sin embargo, muchas personas tienen que invertir ese ciclo para cumplir con sus compromisos laborales y los duros horarios nocturnos. Sabemos que el trabajo nocturno acorta la vida de los trabajadores.
Esta mañana al pasar por el polígono El Pilero de Carmona para ir al recinto de la ITV, tuve que conducir justo por delante de una empresa en la que trabajé unas semanas. En dicha empresa tuve que hacer al menos dos semanas turnos de noche… y es una pesadilla antinatural. Claro que te acostumbras, se te pasa la hora del sueño y te enganchas a la faena y las manecillas del reloj dan vueltas hasta que vuelve a amanecer; pero la noche es larga. Hay profesiones que requieren estos turnos debido a urgencias que se pueden presentar, tales como accidentes, enfermos graves, robos, incendios, etc., y lo cierto es que se necesitan personas que se sacrifiquen por el bienestar y la seguridad de los demás. Acciones que son muy de agradecer a esos trabajadores sanitarios, de los cuerpos de seguridad y bomberos. No obstante, hay cantidad de trabajo nocturno que se puede seguir haciendo al día siguiente sin necesidad de producir por la noche. El único sentido ha de ser que se necesita más producción y las máquinas son las que hay, así que si se quiere conseguir esa mayor fabricación hay que realizarla en turnos. Unos se marchan, acaban turnos, y otros comienzan… las máquinas no se paran nunca. Se estrenan y solo paran cuando se rompen, así de sencillo.
A mí me parece una putada abandonar la casa y a la familia, no poder dormir de noche en tu hogar… es como anti natural puesto que tengo un biorritmo que apunta a levantarme temprano y a ir a la cama, igualmente, a una hora prudente… tengo el ciclo de las gallinas, ¡je,je,je! Mi padre siempre ha dicho, toda su vida, la noche es para dormir y yo me hago eco de tal pensamiento. Cuando joven se alargan un poco los horarios, pero aprendí rápido que por las noches se pasa frío y que no hay nada que se haga por las noches que no se pueda realizar por la tarde, en fin, a otras horas.
Salvo en los casos citados: sanitarios, policías o bomberos, el resto de las personas tendrían que trabajar durante el día. Si las fábricas quieren producir más que adquieran más superficie e instalen más máquinas. Comprendo que el rendimiento es el mismo aunque una parte de los beneficios durante algunos años haya que destinarlo a abonar esas mayores instalaciones y esas nuevas máquinas. Una vez más, la política de ganancias, rentabilidad, producción, ventas, etc., se anteponen a los aspectos morales y humanos.
Seguro que me habré dejado atrás otros puestos de trabajo que necesiten trabajar de noche, pero si lo estudiamos en el fondo, hacen falta por ejemplo porque no tenemos la educación y el respeto necesarios para evitar contratiempos y vigilancia.

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