martes, 21 de febrero de 2017

A MI AMIGO ANTONIO




Querido Antonio, no son las 5,30h pero sí son las 5,45h, ya ves hoy me retrasé unos minutos, y eso que estaba ansioso por escribir acerca de nuestro reencuentro. Antonio es un amigo de la infancia y del comienzo de nuestra juventud, pero un amigo de los de a diario, un amigo de verdad, pero en esa hora en la que cada uno se va emparejando las circunstancias nos hizo tomar a cada uno un camino y nos dejamos de ver, salvo cuando yo transitaba nuestra antigua calle, en la que habíamos vivido de solteros, y como sus padres aún vivían entonces en ella, coincidíamos, nos saludábamos y cruzábamos algunas palabras. Esto fue así durante muchos años, cada uno en sus tareas, con su familia y sus nuevos círculos de amigos; la vida nos condujo a cada uno de nosotros por sendas distantes, aunque cuando ayer retomamos los años perdidos, pudimos comprobar que en muchos aspectos guardaban un cierto paralelismo, habíamos estado más cerca el uno del otro de lo que nos podíamos imaginar.
Mi amigo Antonio y yo fuimos al mismo colegio, Sagrado Corazón, recuerdo una foto de entonces, de esa que nos tomaban a todos los alumnos de un curso subidos en la escalera principal de entrada al centro, con nuestros uniformes, y allí estábamos los dos. Fuimos creciendo, jugando en la calle, montando en bicicleta, a mí me tiraban más los partidos de futbol, sin embargo, a mi amigo le gustaba más el baloncesto en aquella época de comienzo de nuestra juventud; pero la gran pasión que despertó en mi amigo Antonio fue la musical… me atrevería a decir que debe ser una de las personas que, actualmente, debe saber más de música. Se pasó gran parte de su juventud leyendo acerca de los grupos de la época, muchos de ellos aún no se escuchaban por estas tierras, pero Antonio se hizo socio de una revista que le servía música importada cuando aquí apenas podías adquirir algo que escapara a la música nacional. Jamás olvidaré, tal como rememoramos ayer en nuestro encuentro, las sobremesas en su cuarto de música presidido por su extraordinario equipo, el Jonny Walker special, etiqueta negra, y los pitillos de marra; todo ello aderezado por los Smash, Triana, etc…. ¡Tremendo! Después de todo eso me iba al curro… ¡figurense!, pero daba el callo de lo lindo.
Cuando iniciamos el bachillerato comenzamos a dispersarnos, él se fue a estudiar al Miguel de Mañara y yo al Martínez Montañez. Posteriormente yo decidí dejar de estudiar y mi amigo se encamino por el mundo de la enfermería y ahí lo tienen un profesional en lo suyo como la copa de un pino. Un tipo que se desvive por salvarle la vida a la gente que no conoce de nada, pero su vocación está siempre presente. Años de UCI en traumatología… duro no… durísimo, de lo peor, entiendan qué es lo que entra por las puertas de una UCI de traumatología, solo piensen en ello y se darán cuenta. Actualmente, trabaja en otro departamento no menos delicado, en una unidad de radiología e intervención cardiovascular, él siempre está donde la vida del paciente pende de un hilo, ya os digo, mi amigo acepta retos, pero no cualquier reto, ¡estoy muy orgulloso de tener un amigo así!
Cada uno nos casamos, tuvimos nuestros hijos, y como os dije antes solo nos veíamos casualmente cuando él iba a ver a sus padres y transitaba nuestra calle de la infancia. Han pasado muchos años y creo que somos todavía mejores personas, como pude apreciar ayer en nuestro encuentro. La vida se encaprichó en hacernos recorrer caminos distintos y, ahora, por circunstancias que no vienen al caso en este homenaje-recuerdo de este amigo especial, nos acerca de nuevo, algo que he deseado en múltiples ocasiones en las que planeaba poder reunirnos los amigos de la infancia, los más asiduos, y entre ellos no puedo olvidarme de nuestro amigo José Antonio Valencia o nuestro amigo Eliseo Ojeda. No os olvido a ninguno.
Ayer, por fin, tras haberlo intentado en varias ocasiones abortadas por los turnos de trabajo de mi amigo Antonio, pudimos conversar distendidamente, pasear, tomar una cerveza juntos, darnos unos abrazos y ponernos un poco al día de lo que habían sido estos años en los que cada uno hacía su camino. Ayer fue un día maravilloso por el que te estoy agradecido Antonio, y espero que repitamos con más frecuencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

CUALQUIER DÍA ES BUENO PARA MORIR

Mis tres primeros libros

Mis tres primeros libros

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE

SOMOS LA LOCOMOTORA DE LA CORRUPCIÓN DE LA UE
Volumen 1, 2 y 3

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

NOVELAS CORTAS DE FICCIÓN

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

CRÍTICA SOCIAL-POLÍTICA 2016

TRABAJO INTERIOR

TRABAJO INTERIOR

UN POCO DE MÍ

UN POCO DE MÍ
Críticas y soluciones