martes, 21 de febrero de 2017

¿SIGUEN VIENDO LA TELE?

                                          Imagen: bargas-la-sagra.blogspot.com.es


¿Siguen viendo la tele?, ¿siguen dejando que entre en los salones de sus casas el pesimismo y el sensacionalismo periodístico?... más morbo, más asesinatos, más devastación, más horror e injusticia. Eso es todo lo que entra por la caja tonta en tu casa, ¿sí o no? No le van a contar la verdad, no pueden hacerlo, no se lo permiten, se deben al Sistema, les paga el Sistema, la voz se la tiene raptada el Sistema. Ser periodista hoy es investigar, dejar que te censuren parte de tus descubrimientos y leer como un papagayo lo que te ponen enfrente, en el autocue. Ser periodista es tener una imagen, a ser posible “mona”, que guste, para leer lo que te digan que puedes leer, por supuesto sin opinar ni difundir ningún pensamiento propio; al periodista le está prohibido pensar por sí mismo. De no ser así tendrían que estar en una crítica continua, pues el Sistema es un rodillo que está pasando por encima de las necesidades y problemas de la gente.
Cuando entro en casa de los más mayores, muchos de ellos están viendo la pelea de perros más antiestética, con menos clase, morbosa y agresiva que se puede ver en el show televisivo sensacionalista. Apenas llevo varios minutos en casa de esos mayores y el cuerpo me dice ¡vete, huye, sal corriendo!, te pone el cuerpo raro… no lo puedes encajar. Unos acusando a otros, el otro que le ha puesto los cuernos a no sé quién, el otro que le ha robado a otro u otra fulanita, casi se están tirando los platos a la cabeza, llantos, chillidos de varios al mismo tiempo… ¡por Dios, vaya mierda!, ¿cómo se puede estar varias horas delante de tan deleznable espectáculo? Dicen muchos de los que se pasan las horas ante tan miserable emisión, que lo hacen para distraerse o para relajarse dejando de pensar en problemas, etc. Hay otras cosas para distraerse, salir a la calle a pasear y hablar con amigos y vecinos. Leer, pintar, escribir, ver un documental o una película… el mando de la tele tiene otros botones además del cinco, que le aportarán más salud mental y menos agresividad.
La tele da pena y te hace pagar un precio terrible en forma de pérdida de tiempo mientras pasan las decenas de anuncios de cada corte. Horas de vida sedentaria frente a la caja tonta, que empeora tu circulación sanguínea, engordas debido a esa misma falta de movimiento, evita que pienses por ti mismo/a y te des cuenta de la mentira del Sistema. Sin que te des cuenta te conducen para que seas el autómata que el Sistema pretende que seas, solo un engranaje del sistema de trabajo y rentabilidad, así como un contribuyente de las arcas del Estado para que el Gobierno lo derroche como mejor le parezca. La tele es un medio potente de comedura de cerebro porque llega a todas las casas, y te dice su versión de los hechos. Lo lamentable es que posteriormente en la calle cualquiera solo tiene la opinión escuchada, no hay nada de su cosecha, no se molesta en pensar y sacar sus propias conclusiones. Las gentes repiten como loros todo lo que le han largado por la pantalla, hablas con ellos y vuelve a escuchar la sarta de mentiras y dichos manipulados e intencionados que han difundido en los informativos, las tertulias, etc., porque ya el Sistema se encarga de comprar ciertas voces que acuden a los programas, las entrevistas y las tertulias. De todo esto la gente no parece darse cuenta, estamos sumidos en un sueño inducido profundo, ¡qué horror!

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