Todos los partidos comienzan a despertar de la hibernación electoral, y se van dando los mítines o proyectando dónde, cuándo se darán y quién será el protagonista del mensaje y las promesas. El ánimo de unos y otros se enaltece con las ganas de vencer en el próximo envite. En esta ocasión se habla de si se va a sumar o restar, la cosa va de una sencilla operación aritmética, es una metáfora que aprovecho para parafrasear la pretensión de la Vicepresidenta del Gobierno actual, Yolanda Díaz.
Todos están cogiendo la armadura y se disponen a salir a la arena a batirse en duelo con el resto de oponentes, pero lo que ninguno dirá es que el cambio tan prometido en todas las citas electorales tiene que pasar, sí o sí, por la modificación de algunos artículos de la Constitución para terminar con su aforamiento, con la inviolabilidad del rey, con la potestad de los políticos para nombrar jueces, o del gobierno para hacer lo propio con el Fiscal general del Estado, o para hacer de los políticos meros gestores de la opinión de la ciudadanía, o para empoderar a la misma frente al abuso de poder de ellos, sus decretazos y normas, a veces, anticonstitucionales, como ya hemos tenido oportunidad de ver con los encerramientos sufridos en pandemia de COVID, no tener potestad para fijarse sus sueldos y demás privilegios y complementos, o que deba ser consultada la ciudadanía para todo lo que le vaya a afectar.
De todo lo anterior, no se preocupe que no dirán nada, ninguno, ni siquiera los considerados más revolucionarios o rojos, porque están dentro del sistema, viven y se aprovechan del sistema, y el sistema es lo que es, mafioso y corrupto, tal como fue concebido. El ser así da muchas ventajas a los políticos frente al resto de la ciudadanía, y no van a terminar con su vía de enriquecimiento, sustento y privilegios. La ley mordaza sigue en el cajón igual que la lista de los 700 defraudadores que tanto anunció Pedro Sánchez que daría a conocer en cuanto llegara al gobierno. Pues ya lleva tres años, ¿qué ha pasado para que incumpliera su anuncio a voces que repitió hasta la saciedad? Seguramente hay nombres en la lista que no quiere que conozcamos, no lo quiere el Presidente, pero tampoco ninguno de los del coro de su gobierno, tanto "socialistas" como "comunistas", entrecomillado porque han perdido la esencia ideológica, pues con ellos, los mafiosos y corruptos se han escapado de la acción de su justicia, la de ellos, la de los jueces que nombran entre los partidos más influyentes de esta España empobrecida por la acción del saqueo continuado protagonizado por los gobiernos habidos.
El sistema tiene sus normas, para mí es como un tamiz, y cada partido para jugar a su juego ha de pasar por dicho filtro, entonces todo queda desnaturalizado, las ideologías y buenas intenciones son relegadas a un segundo o tercer plano, que es cuando todos se ponen a la misma o parecida altura, siendo todos dominados por el poder que ejerce el sistema. Un sistema integrado por entes desconocidos a veces, e influyentes personalidades, empresarios y banqueros, otras. Todos forman un engranaje de mafia y corrupción con el que convive y connive el gobierno y la justicia maniatada, permitiendo todo tipo de fechorías y actos de delincuencia, así como el progresivo empobrecimiento del país, el creciente aumento de la deuda pública y, últimamente, la usura de precios de ciertos oligopolios que hacen la vida de las familias españolas mucho más difícil. Ahí están todos permitiéndolo, los del PSOE, los de PODEMOS, incluso la que pretende SUMAR. Socialismo y comunismo light.
Lo dicho ya dibuja a los que están, pero es que los que no están, mucho peor, sobretodo los que aspiran a agarrar el poder de nuevo. Los del otro lado votan durante todos los años de la legislatura todas las medidas que son contrarias al bienestar de la ciudadanía y a favor de los mafiosos y corruptos. En este punto el gobierno socialista está muy cercano, en cuanto a dejar escapar mafiosos y corruptos, también se oponen a que sean juzgados y condenados, es la cadena de favores que se hacen los del bipartidismo desde hace años. ¿A quién votar señores? Pocas opciones tenemos porque en cuanto entran al juego, sus normas les apresan e imponen ciertas conductas y límites, y ahí se acaba el juego. Primero hay que darle la vuelta a la tostada y nadie lo hace. Ahora legislan en minoría y con diversas ideologías que puntualmente se ponen de acuerdo, pero ha habido muchos años en los que los del bipartidismo han gobernado con mayoría absoluta y no hicieron nada por cambiar de verdad este Estado de privilegios para unos pocos y de impunidad para muchos.
Seguiremos...
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